GUADALUPE. Este domingo, el museo comunitario de Zóquite cumplió 20 años, en los que habitantes han enriquecido el recinto cultural con anécdotas así como donaciones para preservar la memoria colectiva y mostrarla a las nuevas generaciones.
Carla Chávez Gómez, directora del inmueble, destacó que en la sala pasajes es donde “las personas platican sus anécdotas, sus vivencias cuando trabajaron con el arado o las planchas y los diferentes aparatos que hay ahí”.
Detalló que el museo también es importante para los alumnos de la comunidad, pues “en el tiempo escolar los maestros llevan a sus grupos a recorrerlo porque les llama la atención los fósiles o el tema de la localidad, de la historia.
“Les ofrecemos a los maestros un tema de educación ambiental, de reciclaje, del cuidado de las plantas, de los árboles y la importancia de las aves”, puntualizó.
Chávez Gómez habló de la importancia que representa el museo en la memoria colectiva, pues las piezas fueron donadas por el ejido de la comunidad.
“Una trilladora John Deere que data más o menos como de 1935 y la trabajaban entre todos los ejidatarios, se la rolaban”, ejemplificó.
Además, expuso que hay piezas que usaron para cultivar el trigo, como “un arado carro que según los estudios que se han hecho, solo hay dos en el estado y uno está aquí en el museo de Zóquite”.
Otros atractivos que disfrutan las personas, son las reproducciones de fachadas de adobe “porque era usual que [antes] se construyera con ese material”.
Finalmente, Carla Chávez agregó que el museo se ha “mantenido en pie” gracias al esfuerzo de muchas personas de la localidad.