ZACATECAS. El uso de explosivos por parte del crimen organizado en estados colindantes con Zacatecas son actos que tienen como objetivo “sembrar miedo en la sociedad”, advirtió el maestrante en Criminología, Eliezer Isaac Pérez Montelongo.
Guanajuato y Jalisco son las dos entidades vecinas que han reportado ataques con uso de explosivos por parte de los grupos del crimen organizado que se disputan el control en la zona.
La instalación de coches bomba alarmó a estos dos estados, uno en la localidad Sauz de Villaseñor en Celaya, Guanajuato, donde al menos 10 elementos de la Guardia Nacional (GN) resultaron heridos, además de la detección de varios artefactos explosivos de fabricación casera en Teocaltiche, Jalisco, tras una balacera.
Zacatecas no es la excepción, pues este año se reportó un muerto y un herido en dos ataques con explosivos en Jerez de García Salinas.
Asimismo en Fresnillo se detuvo a seis personas con 13 artefactos artesanales, y en un segundo reporte, las autoridades recuperaron otros tres objetos similares en el que fue necesaria la presencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Sociedad manipulable, el objetivo
Pérez Montelongo explicó que la sociedad es una víctima indirecta, pues generalmente estos atentados son en contra de un particular, contrario o se trata de sembrar miedo para generar una manipulación.
“Una sociedad con miedo es muy manipulable, es muy fácil persuadirla, porque el miedo nos hace encerrarnos, el miedo nos hace no pensar de manera correcta porque existe un miedo latente”, detalló el especialista.
Aunado a este miedo, explicó que el crimen organizado en los últimos años “ha transmutado en su actuar delictivo, pues se ha adaptado a las nuevas tecnologías en las que incluso se están utilizando drones.
“El crimen organizado ha estado presente de un tiempo para acá, se ha engrandecido, pero ha transmutado y mejorado su actuar delictivo”, advirtió Pérez Montelongo.
Afirmó que este tipo de hechos ponen en un riesgo latente a la población, pues anteriormente los grupos del crimen organizado tenían “un pacto de caballeros”, es decir, como un respeto a la sociedad, en este sentido reconoció que la población comienza a sentirse vulnerable con estos hechos.
“Empieza a ver esta parte de psicosis, temor, miedo, de no saber en qué momento o a qué hora podría pasar”, argumentó.