ZACATECAS. Tierra, carros ponchados, casas sucias y falta de clientes es lo que padecen comerciantes y vecinos de las colonias El Orito, Huerta Vieja y zonas aledañas mientras se realizan las obras de la ampliación de la carretera.
Manuel del Villar, quien tiene un local de comida, detalló que desde que comenzaron los trabajos disminuyó la afluencia de clientes, pues obstruyen por completo el espacio que tenía de estacionamiento.
Precisó que pese a que puede vender un poco más durante los fines de semana, que es cuando descansan los trabajadores de la obra, las pérdidas son significativas.
Consideró que no son verdad los datos del gobierno estatal acerca del avance de 80 por ciento en la construcción, ya que aún faltan detalles, como laterales, banquetas y muros de contención.
Sin ventas
Otro comerciante de la zona coincidió en que resultó afectado por la obra de la vialidad El Orito, pues los escombros obstruyeron el acceso a su negocio y tuvo que cerrar por varios días. Lo anterior, porque no puede surtir su negocio de materiales para la construcción, pues el camión no puede entrar para descargar la mercancía y a los clientes se les dificulta pasar por los escombros.
En tanto, los empleados de un taller de transmisiones automáticas explicaron que sus ventas van a la baja, pues en los últimos dos meses no tuvieron acceso a su local y por ello hasta con “chambas atoradas” se quedaron.
En tanto, los vecinos aseguraron que los trabajadores de la obra no son cuidadosos, pues en cualquier lado dejan escombros, clavos y tablas tiradas, lo que daña sus vehículos, ya que “a cada rato se ponchan las llantas”.