La mañana de este sábado encontraron cinco cadáveres entre las comunidades Jaltomate y Nigromante, de Pinos. Debido a que las víctimas tenían vestimentas azules, se presume que podrían ser los cinco policías privados ilegalmente de la libertad en Villa Hidalgo.
El hallazgo fue a 30 kilómetros de distancia del lugar donde un comando armado irrumpió en las instalaciones de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) para plagiar a los agentes, el domingo 6 de agosto.
Las autoridades localizaron los cuerpos apilados a la orilla de una carretera. Fuentes cercanas a la investigación detallaron que estaban semidesnudos de la cintura para arriba y portaban pantalones azules y botas tácticas. Sin embargo, no se precisó la posible causa de muerte.
La Vocería de la Mesa Estatal de Construcción de Paz informó que se realizan las diligencias periciales y se harán necropsias para determinar la identidad de las víctimas, encontradas durante las acciones en el sureste de la entidad tras el secuestro de uniformados en distintos municipios.
“Resulta importante señalar que a lo largo de la semana se han mantenido importantes operativos coordinados entre las fuerzas de seguridad de los tres órdenes de gobierno”, enfatizó la vocería en un comunicado.
Se recordó que, hasta el momento, entre los resultados de las acciones están la detención de ocho personas, la destrucción de campamentos de células delictivas y el aseguramiento de armamento y vehículos.
Faltan más
La Policía Estatal Preventiva (PEP) mantiene el mando de la seguridad en Villa Hidalgo, aunque se aclaró será de manera temporal. Mientras tanto, en todo el sureste, “las operaciones y el despliegue policial continuarán hasta dar con las células implicadas en estos hechos y que han generado actos delictivos en esa región”.
Entre finales de julio y principios de agosto sumaron ocho uniformados privados ilegalmente de la libertad: los cinco municipales de Villa Hidalgo, otros dos plagiados de la misma forma en Villa García y uno más durante sus vacaciones en Noria de Ángeles. A uno de los de Villa García lo hallaron muerto en Loreto, por lo que siete siguen desaparecidos.