SAN LUIS POTOSÍ. La noche de triunfo se marcó en la segunda corrida del Serial Taurino de la Feria Nacional de San Luis Potosí, donde se vivieron grandes emociones que derivaron en la salida a hombros de los cuatro actuantes: el rejoneador Jorge Hernández Gárate con dos orejas; Uriel Moreno El Zapata, tres orejas; y Fermín Rivera, dos orejas; al igual que Fermín Espinosa Armillita IV, quienes salieron a hombros.
El rejoneador Jorge Hernández Gárate abrió la noche con Y no me fui, de 458 kilos, de Campo Hermoso, se rodó con torería para dejar un rejón de castigo. El temple y mando lo tuvo el rejoneador potosino, que toreó de costado antes de colocar la primera banderilla.
Dueño del ruedo, imprimiendo la clase y el sentimiento, citando de frente para batirse y dejar la segunda banderilla. Una banderilla al violín que provocó el júbilo de un público que lo ovacionó con el reconocimiento merecedor. Jorge hoy no se dejó nada, fue toda determinación, toda entrega. Gran Rejón de Muerte para cortar dos orejas.
Aventurero, de Gómez Valle, fue el segundo del festejo al que Uriel Moreno El Zapata toreó con gran inventiva con el capote. La emoción corrió cuando tomó las banderillas para abrir de manera espectacular con el Par Monumental. Sabedor de la facilidad que tiene en el Segundo Tercio, regaló grandes momentos. Con la faena, plasmó calidad con series por derecho ante un toro que fue a menos. Pasaportó al primer viaje, aunque el toro tardó en doblar. Tras la petición mayoritaria cortó una oreja.
Zapata renovado
Fermín Rivera, segundo espada de la noche, tuvo en suerte a Majo, de Gómez Valle, con el que poco pudo hacer con la muleta. Un toro deslucido, carente de transmisión, con el que abrevió. Dividió las opiniones.
El cuarto, Miguelín, de 450 kilos, para Fermín Espinosa Armillita IV, que se abrió con faroles de rodillas para saludar al de Gómez Valle. Brindis al respetable para estructurar una faena que fue de menos a más. Consiguió plasmar la calidad por el izquierdo y logró muletazos muy templados.
Despacio y sin prisas fue también por pitón derecho, sin forzar al toro que tuvo ese fondo de nobleza. De hinojos apostó en el último tramo de la faena, siempre con esa gran entrega y dando lo que en ese momento el toro ya no tenía. Mató de gran estocada para cortar dos orejas.
Para rato, de 440 kilos, de Campo Hermoso, quinto de la noche y segundo para el rejoneador Jorge Hernández Gárate que de nueva cuenta salió con la determinación de secundar el triunfo en casa y ante su gente. Lo hizo a cabales, soberbio con las banderillas, desbordando las emociones cuando en la cercanía de tablas se volcó al violín, como si nada más importara más que el ir por todo. La colocación del rejón de muerte le privó de tocar pelo, dando una vuelta al ruedo de peso.
Plateño, sexto de la noche, al que Uriel Moreno El Zapata recibió a porta gayola, convencido de lo importante que era esta noche demostró su convicción. Como si su carrera apenas fuera a comenzar, El Zapata cautivó con las banderillas, puso tres excelsos pares y la gente se volcó en emoción y entrega de pie para aplaudirle en una ovación que parecía no tener fin, obligándole a dar una vuelta al ruedo.
El brindis en reconocimiento a una enorme trayectoria periodística como lo es Manolo Rivera, para después, de rodillas dar inicio a una faena que fue creciendo en intensidad. Por la derecha, trazos largos, infinitos, en una faena que tomó el rumbo del corazón tlaxcalteca. Estocada en todo lo alto para cortar dos orejas.
Cierre lamentable
El séptimo, Chivito de Gómez Valle, al que toreó de buena manera Fermín Rivera con el capote, luciendo por verónicas y en un quite por chicuelinas. Una faena de muleta cuesta arriba, un toro que hizo todo por huir, mostrando poca clase, sin fuerza y menos transmisión, que lote tan infumable le tocó esta noche al potosino.
El cierra plaza, Cominito de 465 kilos, para Fermín Espinosa Armillita IV, que buscó una faena variada, eléctrica, que llegara al público. Un toro deslucido con el que estuvo por encima. Aunque mató de gran estocada, el Juez de Plaza no concedió los trofeos, dando una vuelta al ruedo.
Fermín Rivera regaló un toro, Comino de Gómez Valle, y logró sacarse la espinita. Desde el saludo capotero, con clase y solera. Una faena donde lució, siempre con esa entrega y sobre todo logrando que su afición disfrutara. Pasaportó al primer viaje para cortar dos orejas.
Ficha
Monumental El Paseo.
Tres cuartos de entrada en noche agradable.
Siete toros de Gómez Valle, y dos de Campo Hermoso, de juego variado.
Jorge Hernández Gárate, dos orejas y vuelta al ruedo.
Uriel Moreno El Zapata, oreja y dos orejas.
Fermín Rivera, división, silencio y dos orejas.
Fermín Espinosa Armillita IV, dos orejas y vuelta al ruedo.
FOTOS: MANOLO BRIONES