FRESNILLO. A más de un mes de que clausuraran los sanitarios por falta de mantenimiento en el Hospital General de Fresnillo (HGF), hay diferentes áreas que se encuentran igual o en peores condiciones, reconoció Arturo Ibarra, trabajador del nosocomio.
Destacó que el área de laboratorio dejó de operar con regularidad ante la falta de insumos y por ende no pueden realizar los estudios clínicos que los pacientes requieren.
Detalló que ante la falta de servicio, las personas e incluso trabajadores del hospital acuden a laboratorios privados, donde se les cobran los análisis.
“Los pacientes batallan para que se realicen estudios clínicos desde hace un mes, varios [de ellos] son enviados a laboratorios privados para que sean atendidos rápidamente o bien aquí les toman la muestra y los mandan a esos lugares.
“La principal queja es que varias personas son de escasos recursos y no cuentan con dinero para pagar los análisis”, refirió Ibarra.
Mobiliario en mal estado
Arturo Ibarra aseguró que camilleros y auxiliares batallan por las malas condiciones en las que se encuentran las camas, camillas y sillas de ruedas, mobiliario que se utiliza para brindar atención y traslado hospitalario a pacientes.
“Varios compañeros batallan con las sillas de ruedas, ya que varias veces los pacientes hospitalizados se sientan en éstas y al bañarse, luego las ponen al sol para secarlas, con lo cual las pudren. El 90 por ciento de estos aparatos están completamente podridos, rotos o no les funcionan las llantas”, aseveró.
Ubaldo Flores, enfermero del hospital, reconoció que este año llegaron al HGF camillas que donó el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pero éstas son peligrosas al subir, porque son inestables. Además, las medidas de seguridad y protecciones son pequeñas para detener a un paciente en caso de una caída.
Destacó que en diversas ocasiones, compañeros de mantenimiento, doctores y enfermeros han puesto de su bolsillo para reparar las camas y camillas, “quitamos las llantas y las limpiamos. Compramos [con dinero] de nuestra bolsa grasa para seguir usándolas, ya que en el hospital no hay recurso.
“Cuando fue la pandemia eramos unos héroes, pasó eso y ahora somos unos huevones para el doctor Uswaldo Pinedo y el gobernador David Monreal Ávila. Al hospital llegan pacientes del IMSS o del ISSSTE, porque aquí se les [brinda] una buena atención, aunque bastantes veces batallan por la escasez de medicamento”, reclamó.