TRINIDAD GARCÍA DE LA CADENA. La calle Ramón López Velarde fue modernizada con adoquín, para acabar con los problemas de acceso por el lodo que se generaba en temporadas de lluvias.
Igualmente se reconstruyó el puente Gueta que también, por las lluvias, ya representaba un peligro para los transeúntes, al desprenderse material y deslave de tierra que hundió la banqueta y parte de la calle.
Por años se solicitó como prioridad la pavimentación de la calle López Velarde, pero nunca fue considerada por las autoridades aunque las lluvias provocaban hundimientos y quedaban como trampa para las personas, afirmó la presidenta municipal, Arcelia Muro Guzmán.
Además, al ser una de las calles de los barrios más apartados de la cabecera y debido a que son calles antiguas, primero se tuvieron que modernizar los servicios de agua potable y alcantarillado, con el apoyo de los vecinos que pedían mejorar sus accesos.
En particular esta calle se ponía prácticamente intransitable y hace más de 25 años que se había colocado las redes de drenaje y agua potable, por lo que se convino realizar en conjunto con los vecinos la modernización integral de su calle.
“Sí se complicaba mucho el acceso; el barrio es uno de los más alejados de la cabecera y no había calles adoquinadas; se dificultaba mucho el tráfico y la Ramón López Velarde era la más importante de arreglar porque era la entrada principal de los vecinos”, afirmó la alcaldesa.
Respecto del puente, informó que también se atendió este reporte, ya que con las lluvias de días anteriores el problema de hundimiento empeoró, por lo que se rellenó el terreno y se volvió a construir la banqueta.
Mayor exigencia
Arcelia Muro detalló que una de las mayores demandas de su administración es la pavimentación de calles, debido a que, antes de que existiera un código urbano que regulara el crecimiento poblacional, hubo muchos fraccionadores que solo vendieron sin compromiso de instalar los servicios.
Así, aunque se construyeron las redes de drenaje y agua, las calles quedaron en tierra y no tenían siquiera guarniciones ni banquetas, lo que por consecuencia “nos dejó mucho trabajo en arreglo de calles”.
Actualmente se han modernizado nueve, en su mayoría con adoquín, de las cuales, cuatro ya requerían renovar las líneas de agua potable y drenaje porque ya había pasado su tiempo útil.
Comentó que en la comunidad La Ceja, una de las más importantes, también fue pavimentado un callejón con cemento hidráulico, que permitió hacer la circulación más ágil, al presentar el mismo problema de encharcamientos.