TRINIDAD GARCÍA DE LA CADENA. Madres de familia advirtieron que no permitirán que a los niños se les inculquen “creencias y percepciones” e intenten adoctrinarlos con ideas absurdas a través de los libros de texto para primaria que el gobierno de México busca distribuir.
A la protesta se unió la alcaldesa Arcelia Muro Guzmán, quien junto con las inconformes, aseguró que de ser necesario quemarán los libros en protesta por las enseñanzas “que carecen de moral, de lógica y que no tienen pies ni cabeza, y que además atentan contra la permanencia de la familia tradicional”.
Las madres de la escuela Mariano Matamoros, como María de Jesús Guzmán Barragán, Yesenia Núñez Larios y Eva García Guzmán, aseguraron que elaboran un documento amparado por un abogado que llevarán a la región educativa de Tlaltenango de Sánchez Román para no utilizar los libros de texto.
Además, pasan la voz y recolectan firmas de más padres de familia, tanto de las comunidades de García de la Cadena como de municipios vecinos, como el Teúl de González Ortega.
“Enseñanzas sexuales incorrectas”
Las inconformes señalaron que después de leer los libros vieron “cuentos” con los que pretenden inculcar situaciones que los menores no deberían experimentar, como el despertar a la vida sexual a los nueve años, pues “lo único que harán es que ellos pretendan conocer y no de la manera correcta”.
Precisaron que “si aceptamos ahora, van a querer que cada día aceptemos más tonterías, como la idea errónea de tratar de confundir a los niños con su género, que se hable de temas como la violencia sexual y más aún que ahora acusen que en el seno familiar se les enseña a ser agresivos”.
Sostuvieron que no es posible que a los menores se les hable de abuso sexual, pornografía y prostitución, términos que sin duda ellos tendrán curiosidad de indagar por cualquier medio, aunque no sea el correcto.
Las madres de familia de García de la Cadena pidieron que si los colegios quieren impartir este tipo de enseñanza que lo hagan, “pero que no utilicen las escuelas públicas para meter creencias e ideologías”.
“Pretenden quitarles la inocencia”
Una de las inconformes, Eva García, consideró que es alarmante el tipo de vocabulario que manejan en los libros, sobre todo “que a un pequeño de cuarto grado pretendan que ya tenga el deseo de relacionarse sexualmente con alguien.
“De dónde sacan que ellos tienen este tipo de inquietudes; lo más lógico es que empezarán a indagar en su cabecita inocente, buscarán a quién preguntar y cómo se distorsionará la información que les den”.
Otra madre de familia, Yesenia Núñez, hizo referencia a uno de los libros de segundo grado donde se muestran dos figuras y les piden señalar el género con el que se identifiquen.
“Considero que el género es el sexo con el que se nace, hombre o mujer, afirmar lo contrario es ir contra la biología. [Además], por qué a una persona que se percibe con un sexo diferente se le tiene que dar la razón y obligar a los demás que los traten como ellos se ven. Peor aún, por qué tienen qué decirle a los niños de siete años eso, cuando ellos están en la inocencia; solo buscan confundirlos”, señaló Yesenia Núñez.
También, María de Jesús Guzmán advirtió que se les pretende inculcar “ideas absurdas” a los menores, con conceptos como el feminismo, que es un “pensamiento que mata niños antes de nacer, que están en contra de todos los hombres y así pretenden hacerse escuchar”.
Lamentó cómo pretenden juzgar que desde el seno familiar se le enseña al niño a discriminar; “con el lenguaje inclusivo, a dónde mandan el español, dónde quedan las matemáticas, dónde queda la biología, con estas ideologías que no tienen valor ni moral ni principios”.
Ante todas las inconsistencias, las inconformes aseguraron estar atentas al plan de estudios en estos días para saber qué es lo que harán.