Los libros de texto
Transcribo: “El término libro de texto no es preciso ni estable: ‘¿Qué es un libro de texto? Son posibles varias respuestas […] si confiamos el término libro de texto a los libros producidos para el uso de secuencias de enseñanza, entonces excluimos aquellos libros cuyos autores no tenían la intención de que se hiciera tal uso de sus libros […] En lugar de excluir, deberíamos distinguirlos. A ello podría ayudarnos el vocabulario, que nos permitiría distinguir entre los libros de texto y libros escolares. El primer término puede quedar reservado para libros escritos, diseñados y producidos específicamente para su uso en la enseñanza, mientras que el segundo se utilizaría para libros empleados en la enseñanza, pero menos íntimamente ligados a las secuencias pedagógicas”.
Sigo con el traslado: “La distinción entre libros de texto y libros escolares no es simplemente el epifenómeno de un ejercicio escolástico en la definición. Es el producto sedimentado de un proceso histórico cuyos antecedentes se encuentran en las historias de las palabras. El término libro escolar (schoolbook) aparece por primera vez en inglés en la década de 1750 y más habitualmente en la de 1770. El término libro de texto (textbook) no aparece en inglés hasta la década de 1830. Su predecesor, el text book, es mucho más antiguo y se refiere al texto, habitualmente latino o griego, utilizado en la enseñanza [Chris Stray, “Paradigms lost…”, 1991, citado por Egil Børre Johnsen, Libros de texto en el calidoscopio, 1996)”.
En el caso mexicano, es importante tener claro el concepto de libro de texto y notar las etapas históricas precedentes a lo actual, para situar, en lo que se está diciendo, qué es para el debate, cuáles son embates y cómo han sido los procesos de la recepción de los documentos; notar qué diferentes actores están en la recepción: maestros, padres de familia, sociedad y estudiantes. En la circulación de lo reciente, a la definición predicha es importante no simplificar que procede solo de la llamada Nueva Escuela Mexicana, pues ésta es otra adición más al sistema educativo nacional, el construido en la etapa del nacimiento de las instituciones posrevolucionarias. Precisaría, el actual libro de texto proviene de cuando los materiales fueron proporcionados por los gobiernos federales de forma gratuita para uso obligatorio y con eminente contenido secularizarte –sin renunciar a algunos fomentos míticos en secuencias de ciencia, historia y literatura–.
La educación y sus libros de texto son un monopolio del régimen en turno. No es una novedad que ahora concurran debates, más embates y se construyan o autoconstruyan filiaciones por los contenidos de los libros que serán proporcionados para los ciclos escolares porvenir. Pero es dable no centrar las opiniones sobre los volúmenes in situ, es conveniente tener presentes el escenario nacional y las particularidades regionales y locales; los antecedentes de todo; los principios rectores del artículo tercero, los currículos y la enseñanza; el estado de los mentores, la burocracia educativa, los escritores de planes y programas, los autores y sus coordinadores; la armonía o separación de las escuelas financiadas por particulares; el estado educativo de los padres y familiares de los estudiantes; no ignorar, sobre todo para lo actual: la producción, el mercado y la comprensión de las libertades y derechos en la educación. Es obvio, no estamos ante una conversación de verano, es una fase más del torresbodetismo.
Feria Nacional del Libro Zacatecas 2023
El programa circula en redes: Calaméo – Programa Feria Nacional Del Libro Zacatecas 2023 (calameo.com). Como consumidor-espectador me parece interesante; adverbio: muy interesante.