Corta tres orejas y conquista la salida a hombros en el cerrojazo de feria
ZACATECAS.- Sergio Flores se convirtió en el máximo triunfador de la tarde y lo logró tras el corte de tres orejas, conquistando la salida en volandas.
Por su parte, Arturo Macías, con actitud y voluntad, conquistó el corte de una oreja. La corrida de Guadiana fue de juego diverso, sobresaliendo el sexto, que mereció el corte de dos orejas.
Pajarito, de 510 kilos, el abre plaza del hierro de Guadiana para Arturo Macías, quien estuvo breve con el saludo capotero.
Muletazos por bajo en un firme comienzo de faena, donde muy pronto comenzaron las primeras series con mando y determinación por el pitón derecho. El toro fue repetitivo y acudió a la muleta del hidrocálido, que aprovechó la potabilidad del toro por este pitón para cuajar dos series más.
Por el izquierdo, menos recorrido, se quedó a mitad del viaje, pero de uno en uno fue ligando los trazos aislados.
Regresó a la senda derechista y ahí continuó su asentada faena, misma que cumplió con la propuesta de un torero que sigue caminando bajo la convicción.
El tesón y valor no caben en el cuerpo de Macías, que se sobrepone a todas las adversidades, y a pesar de lo dura que fue la tarde de Aguascalientes, la faena a su primero en la Monumental Zacatecas fue con la importancia que demandaba la afición. En la suerte suprema dejó una estocada certera para cortar una oreja.
El sello del poder: Flores
Monaguillo, de 510 kilos, del hierro de Guadiana, para Sergio Flores, que con muletazos por alto inició su faena.
Firmeza del torero de Tlaxcala que sorteó las inclemencias del viento que le flameaba la muleta; sereno, paciente, se reflejó un convencido Flores que fue entendiendo las condiciones del astado, que era tardo, frenándose mucho; sin embargo, dejarle la muleta sirvió para que lucieran dos series por derecho con ese sello de casa, del poder y la verdad.
Tomó la muleta con la zurda y por el izquierdo también dejó pases de buen calado. Una faena hecha y un toro que ya no tenía más determinaron los pasajes finales, esbozando los muletazos por alto. Con la espada acertó al primer viaje para cortar una oreja.
Fuertes palmas para Macías
El tercero, Gambusino, de 520 kilos, para Arturo Macías, quien brindó a la afición zacatecana su faena de muleta.
De rodillas dio inicio a su faena, portentosa y a corazón abierto. Bajo las notas de la Marcha de Zacatecas su faena fue tomando también esos buenos vuelos acompasados.
Perdió gas el de Guadiana, muy a menos, regateando ya las embestidas que nunca dejó de pedir el torero de Aguascalientes.
La quietud en las zapatillas que reafirman la vocación de Macías, buscó no dejar las letras en el aire, por ello, porfió y aguantó, esperando por derecho y dejando los pasajes con valía.
Para cerrar, las manoletinas como adornos finales de una faena de reconocimiento. Pinchazo y estocada, para escuchar fuertes palmas.
Flores, un guerrero
Gordito, de 550 kilos, segundo del lote de Sergio Flores y cuarto de la lidia ordinaria. El de Guadiana no fue fácil, tuvo ese peligro, pero además era poco claro.
La muleta poderosa de Sergio Flores terminó por cuajar una faena de mando, de entrega y sobre todo de esa inteligencia adquirida con el paso de los años.
Flores es un guerrero de los ruedos y así se entienden sus actuaciones en las plazas, no se deja ganar las palmas y vuelve posible lo que pareciera imposible.
Es un torero de entendimientos, de paciencia y su virtud es sacar lo más posible. El toro siempre con la cabeza arriba, dificultando, pero se mantuvo firme y poderoso el de Tlaxcala. El toro tardó en doblar y cosechó palmas.
El epílogo
El quinto, Zarcero, de Guadiana, fue el tercero del lote de Arturo Macías, el que brindó al monosabio Delfino González, quien hoy cumplió sus primeros 30 años de servicio en el grupo de los Monosabios de Zacatecas.
El trasteo que comenzó por bajo de Arturo Macías fue el epílogo del esfuerzo que estaba por escribirse, de las alturas que escuchó la “Pelea de gallos” y el de Aguascalientes se encastó para sacar lo poco cuanto tuvo el toro, que careció de esa transmisión.
A Macías le sobró todo lo demás, la entrega y el pundonor, y terminó así por inventarse una faena de transmisión y calado en los tendidos. La colocación de la espada le privó del corte de un trofeo. Palmas tras aviso.
El sexto, Príncipe, de 550 kilos, tercero del lote de Sergio Flores, ofreció muy poco, pero por el izquierdo regaló lo mejor, embistiendo a la firme muleta del tlaxcalteca que buscaba el triunfo.
Apostó de nueva cuenta por el pitón derecho y sacó el fondo del toro, rompiendo a más la faena en la que puso variedad. Portentoso, bajo la entrega que se desborda en emociones ante una afición que ha vuelto tan suya. Mató de gran estocada para cortar dos orejas.
Arturo Macías apostó por regalar a Muñeco, de Guadiana, al que saludó de rodillas, estando después con variedad en el percal. De hinojos comenzó la faena que brindó al público zacatecano; en tanto, el toro muy pronto buscó las tablas, pero ahí, Macías plantó cara, para pegarse un arrimón.
Estuvo encima y de esa manera logró una convincente actuación que lo valió todo. La colocación de la espada le impidió tocar pelo, quedando en palmas. Al finalizar le despidieron entre gritos de ¡torero, torero!
FICHA
Plaza de Toros Monumental Zacatecas.
Cuarto y último festejo del Serial Taurino de la Feria Nacional de Zacatecas (Fenaza).
Tarde fresca con más de media entrada en los tendidos.
Arturo Macías, oreja, palmas, palmas tras aviso y palmas en el de regalo.
Sergio Flores, oreja, palmas y dos orejas.
FOTOS: MANOLO BRIONES