Los Derechos Humanos y el papel de la sociedad civil
En la consolidación de la cultura jurídica de los derechos humanos a través de la historia, ha resultado fundamental el papel protagónico que juega la sociedad civil consciente y organizada. Esa tarea no solo es una responsabilidad del aparato de Estado, sino absolutamente de todos.
Antonio Gramsci, el pensador y sociólogo italiano, que nació a finales del siglo XIX (19), promovió desde el campo de la filosofía política la trascendencia de la participación de la sociedad civil, como premisa básica para consolidar la democracia y la cultura de la defensa de los derechos humanos.
Este extraordinario filósofo vivió en la primera parte del siglo XX (20) los horrores del régimen fascista de Mussolini y fue luego confinado a prisión por sus ideas revolucionarias. Desde ese espacio de confinamiento y privación de la libertad, Antonio Gramsci produjo su trascendente obra publicada con el nombre de “Cuadernos en la Cárcel”, en los que destacó la relevancia del rol de la sociedad civil, como condición sine qua non y esencial para defender los derechos humanos y para combatir los excesos del poder, así como cualquier expresión totalitaria.
Aunque el concepto tiene una tradición milenaria, la idea de sociedad civil, es una categoría conceptual que socializó en el mundo de la política Gramsci y que la contra propuso, como una antítesis, a la idea de las dictaduras del siglo XX (20), tema que posteriormente abordó más ampliamente la pensadora alemana, de origen judía, Hannah Arendt en su obra Los Orígenes del Totalitarismo.
Los derechos humanos, desde su origen y construcción jurídica moderna en los siglos XVII (17) y XVIII (18), hasta nuestro tiempo, ha tenido en la participación de la sociedad civil organizada, su principal fuente de realización, la que ha servido además como brújula histórica para orientar las funciones del aparato de Estado y constituirse en factor de equilibrio en el ejercicio del poder público.
A partir de las revoluciones burguesas del siglo XVIII (18) (la industrial, la de Francia y la asociada al nacimiento de los Estados Unidos), el enfoque de los derechos humanos ha subrayado la importancia de la participación de la sociedad civil, como condición para el avance democrático de las sociedades
En otras palabras: el desarrollo de las teorías y tradiciones democráticas y jurídicas de los derechos humanos de los últimos tres siglos de historia en la humanidad, no se hubieran consolidado al margen de la determinante participación de la sociedad civil organizada.
En la Revolución Inglesa del siglo XVII (17), por ejemplo, la manifestación de la sociedad limitó el poder de la Corona sobre sus súbditos, habiéndose proclamado entonces la ley de Hábeas Corpus (1679), que impuso controles, equilibrios y límites a la monarquía absoluta.
La lucha histórica en defensa de los derechos humanos ha puesto en el centro la promoción de la dignidad, la libertad, la igualdad, la solidaridad y la felicidad de las personas, como un compromiso ético y moral de la máxima prioridad. Y aquí ha jugado un papel central la sociedad organizada.
Lo anterior quiere decir que las organizaciones de la sociedad civil tienen un rol fundamental en el control ciudadano de las obligaciones del Estado, correlativas al cumplimiento de los derechos humanos básicos, así lo afirman todas las teorías constitucionalistas más sólidas en la materia.
Por eso, una de las funciones esenciales de toda Comisión responsable en este ámbito, es la de promover profundos procesos de concientización colectiva, mediante acciones educativas y de formación ciudadana, que enfaticen la importancia de la defensa de los derechos humanos. Y a esa tarea le hemos dedicado esfuerzos importantes en Zacatecas.
Con la participación ciudadana, a través de la evolución histórica del impulso de la cultura de los derechos humanos, se han logrado al menos tres cosas fundamentales en la historia: 1) Se derrumbaron las bases de la monarquía absoluta; 2) Se sentaron los pilares de la democracia moderna; y 3) Se ha avanzado en la implementación de políticas de combate a la pobreza, de justicia social y reducción de la desigualdad.
Por esa razón categórica es que, en Zacatecas, estamos dando también particular relevancia a los procesos de formación cívica, a los programas educativos en las escuelas y al acercamiento con los niños, niñas, adolescentes y jóvenes para promover la cultura de los derechos humanos.
*Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ)