VILLANUEVA. En un ambiente de fiesta, devoción y fe, miles de peregrinos de distintas partes de la entidad, así como del país, acudieron este sábado a la iglesia de San Judas Tadeo, ubicada en el corazón del Pueblo Mágico, para agradecer milagros, venerarlo o pedirle favores.
Algunos de los feligreses pasan esta tradición de generación en generación, pero para otros es su primera vez, como Marco Antonio Castro, quien acudió en bicicleta con un San Judas Tadeo en su espalda desde Guadalupe, para pedir por la salud de su esposa.
Aunque siempre fue devoto del santo, explicó que nunca había acudido a Villanueva en la fecha en que se conmemora, y en esta ocasión aprovechó la invitación de sus compañeros de la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas (JIAPAZ), quienes tienen más de una década viajando en dos ruedas.
Marco Antonio salió de Guadalupe a las 8 horas y llegó al mediodía al Pueblo Mágico, y aunque fue una experiencia agotadora, aseguró que fue gratificante, pues tuvo la oportunidad de pedir por su esposa, ya que tiene la esperanza de que mejore.
Además, adelantó que a partir de esta fecha seguirá acudiendo cada año a Villanueva.
UN MILAGRO
Por otra parte, la familia Reyes Serrano lleva poco más de una década dando reliquia a los peregrinos que llegan a la iglesia del Pueblo Mágico.
Ubicada justo frente a la entrada principal del templo, la familia originaria de Fresnillo detalló que esta tradición surgió hace 15 años con Emilio Reyes, quien nació en Villanueva.
“Como fieles creyentes, más parientes se han integrado a dar de comer a los peregrinos para dar gracias por los favores recibidos. En mi caso por estar viva”, relató Ana Cecilia Reyes.
Lo anterior, ya que hace seis años sufrió un accidente de motocicleta y “estuve al borde de la muerte, ya que tuve una fractura de cráneo. Es así que al dar la reliquia todos los años agradezco esta segunda oportunidad que me dio San Judas”, explicó la integrante de los Reyes Serrano.
Detalló que no es fácil, ya que ahorra todos los años para juntar dinero y comprar los insumos, además de cocinar por una semana, entre ensaladas y alimentos que no requieren calentarse, “es gratificante ofrecer alimento a quien viene cansado y a veces ni para comprar algo en el camino tienen”.
“LO HACEMOS POR ÉL”
Otra historia de devoción y arraigo a la protección de San Judas Tadeo es la de Adriana, quien relató que es el segundo año que acude a Villanueva, aunque relató que lo hace por su esposo, quien murió hace dos años.
“Lo hacemos por él”, dijo Adriana mientras lloraba con una fotografía de su pareja en las manos, mientras que a su lado estaban sus hijos y su padre.