PARIS. Una plaga de chinches ha afectado a París y otras ciudades francesas, provocando una ola de insectofobia y planteando dudas sobre la salud y la seguridad durante los Juegos Olímpicos del próximo año.
La última plaga de chinches de cama que sufre París se ha extendido más allá de los colchones donde se suele instalar. Ahora, ha ganado espacio en butacas de cine, asientos del metro y del tren, además de escuelas y hospitales.
Según Radio France Internationale (RFI) los profesionales encargados de eliminar estas plagas están desbordados, al punto que el Ayuntamiento capitalino ha pedido ayuda al Estado francés.
«Una invasión que se está volviendo una psicosis. Cada final del verano vemos un gran aumento de chinches», comenta a la BBC Jean-Michel Berenger, entomólogo del principal hospital de
Marsella y principal experto de Francia en chinches.
«Esto se debe a que la gente ha estado moviéndose durante julio y agosto y los traen en su equipaje (.) Y cada año, el aumento estacional es mayor que el anterior».