El Deporte une o desune
Las actividades físicas, en especial las deportivas, deben de generar un estado de emociones favorables para el equilibrio físico y emocional de los individuos al practicar cualquier actividad de manera recurrente, sobre todo cuando se entrena para alcanzar la mejor forma deportiva.
Sin embargo, en muchos de los casos, cuando se acude al campo de juego las cosas salen al revés, todos los del equipo salen discutiendo sobre el resultado y más si es negativo. Se echan la culpa unos a otros sin buscar cuáles fueron los errores del partido.
Dentro del campo todos quieren tener el balón. Sea cual sea el deporte que se practique, siempre habrá quien se sienta el mejor y todos los demás deberán darle el balón para completar la jugada final.
Pero cuando no ocurre esto, inmediatamente reclaman “para eso la querías”, por lo que el juego se descontrola. No obstante, cuando el roce o las dificultades son con el equipo contrario las cosas se ponen peor.
“Cuidado con que me toques, porque te las vas a ver conmigo”, son las frases que se escuchan en el terreno de juego.
Asimismo, el árbitro es quien tiene que pagar los platos rotos, ya que le reclaman por no marcar a favor de ambos equipos.
Entonces, surge un cuestionamiento, ¿las actividades físicas y deportivas cumplen su papel dentro y fuera del campo de juego?.
Los errores de un juez, árbitro, umpire o quien sea el encargado de aplicar las reglas, son inminentes, pues hay que decidir en fracciones de segundo y no siempre tendrán la mejor vista para determinar una infracción.
Y bien, tú que practicas el deporte te sientes bien después de cada encuentro, ganes o pierdas, o en cambio, buscas quién te la pague en el siguiente encuentro, llegas a casa queriendo descargar el coraje que te generó el rival y armas broncas en las gradas, entonces, ¿el deporte nos une o desune?, nos hemos puesto a reflexionar sobre este tema.