MAZAPIL. La clínica rural de salud en la comunidad Sábana Grande lleva dos años sin médico, servicio urgente para las 90 familias de la localidad que se encuentra en la franja que conduce a la minera Peñasquito.
Pese a que el nosocomio tiene dormitorio, cocina, baño y sala de espera, los pobladores deben recorrer largas distancias para acceder al servicio médico, pues la clínica solo abre en situaciones extraordinarias, como lo fue la vacunación contra la COVID-19, cuando inició el ciclo escolar.
Además, “no se tienen los insumos necesarios para atender consultas, por ello se presta atención médica como se puede ante una emergencia”, informó la responsable de la clínica, Cayetana Acevedo Solís.
Detalló que ella es quien atiende a los pacientes, pero al no tener todo lo necesario, los pobladores de Sábana Grande se ven en la necesidad de trasladarse hasta Concepción del Oro.
Explicó que al nosocomio le hace falta reparaciones en el techo del baño y una tubería para que suba el agua al tinaco, pero “como no hay médico no hay percepción de dinero por la consulta y ello hace imposible que se realicen los arreglos, pues no hay billete”.
SE HACE LO QUE SE PUEDE
Cayetana Acevedo explicó que las percepciones que tiene la clínica son cuotas voluntarias de los pobladores, las que ayudan a comprar artículos para hacer la limpieza y pagar los servicios de agua y luz, “pero no más, ya que en muchas ocasiones la gente no tiene dinero para hacer dichas aportaciones y se les da la atención gratuita”.
Puntualizó que al reconocerla, la gente de Sábana Grande acude a ella para que vaya a atender a los enfermos a sus viviendas, pero “es una situación complicada al no tener los insumos necesarios ni el respaldo de un médico”.
Aunado a lo anterior, en la localidad no hay servicio de internet, pues “la minera Peñasquito nos quitó la antena, lo que nos dejó sin servicio en estos tiempos tan indispensables, de tal manera que tenemos mucho tiempo sin señal y nos mantiene incomunicados”, lamentó la encargada de la clínica.