Acapulco. Luego de tres días de saqueos y rapiña, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó a las Fuerzas Armadas desplegar las acciones necesarias en Acapulco para impedir que se imponga la delincuencia.
Durante un enlace telefónico, desde Palacio Nacional hasta el puerto, el Mandatario pidió al Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, garantizar la seguridad y el orden en la zona afectada, para que pueda llegar la ayuda y no se genere caos.
«General, ¿cómo está la situación de los robos? ¿cómo vamos a seguir avanzando para poner orden y que los que se dedican a la delincuencia no se impongan, que no haya caos?», cuestionó el Jefe del Ejecutivo.
En respuesta, el General aseguró que desde ayer se implementó una estrategia para evitar los robos en zonas clave como la Central de Abasto.
Informó que se mantienen desplegados 14 mil 700 elementos de Sedena, Marina y Guardia Nacional, a los que se sumarán, este sábado, otros mil 300.
«Quince mil elementos para seguridad. A esto hay que darle bastante atención, hay que poner retenes en las calles para evitar los robos», reiteró López Obrador.
El Presidente rechazó las versiones que circularon ayer, en redes sociales, sobre supuestos retenes del Ejército que impedían el pasado de la ayuda al puerto de Acapulco.
El político tabasqueño pidió al general «no dar excusas a los buitres» y permitir la entrada de los vehículos.
«Estuvieron ayer hablando mucho de que no se dejaba pasar el apoyo de los ciudadanos, no es así, hay que informarlo, lo que se busca es que todo se de en orden. Pero que no haya ninguna excusa ni ningún pretexto de estos buitres y que se deje pasar todo», señaló.
«Nada más que estamos haciendo las cosas de manera organizada y que estamos también procurando que haya orden, que no haya robo, que ese es otro asunto que vamos a seguir atendiendo».
El titular de Sedena anunció que en la caseta de La Venta será colocará señalización para que los camiones con ayuda puedan tomar una desviación y llegar a Acapulco por la Zona Diamante.
Informó que ya fue instalado un nuevo centro de acopio en la plaza comercial Mundo Imperial, donde concentrarán las donaciones, para que puedan ser distribuidas.
Claudia Guerrero
Agencia Reforma
Arma hoteleros autodefensas para evitar saqueos
Para evitar la rapiña, ahora de colchones, sillones y pantallas de los hoteles y departamentos de playa, empleados del sector turísticos de Acapulco formaron sus propias autodefensas para frenar la incursión de los saqueadores.
Trabajadores de hoteles y suites en la costera dijeron a REFORMA que van a defender lo poco que queda de la devastación por «Otis» para mantener su empleo.
«En los hoteles hay sillones, colchones que se salvaron que son ortopédicos, las pantallas, en el caso de los departamentos, cuentan con cocina integral equipada, así como accesorios de albercas, jacuzzi, gimnasio, ludoteca, salón de juegos, sala de tv, snackbar, cancha de paddle tenis», indicaron.
Aunque ya la Guardia Nacional se apostó en la Costera Miguel Alemán, los trabajadores crearon cercos en los lobbys para defender, lo que dijeron, son sus últimas herramientas de trabajo.
«Apenas llegue la energía, se pueden reactivar algunos cuartos, en lo que se reparan los otros, nos interesa ya reactivar la economía, nuestro trabajo», añadió uno de los trabajadores en posición de defensa en la zona hotelera de Acapulco.
«Faltaron alertas de evacuación»
Trabajadores de Acapulco coincidieron en que faltó información oficial por parte de las autoridades, para evacuar el puerto a tiempo.
«Nos dieron a entender que el huracán iba a pegar hacia Tecpan de Galeana (a unos 105 kilómetros hacia Zihuatanejo) ¿Cómo es posible que en la noche del martes y la madrugada del miércoles había establecimientos abiertos, discotecas, cervecerías, gente en la playa bailando tomando videos de los vientos?», planteó don José, vigilante del edificio Nautilus, en la colonia Condesa de este puerto.
El hombre de 60 años recibió una lluvia de vidrios. El inmueble de 22 niveles se comenzó a cimbrar, recordó.
«Como si fuera un sismo, no había tanta agua, sólo el ciclón, pegando y pegando las paredes, hasta que tronó los vidrios, afortunadamente no teníamos tantos inquilinos, una señora se quedó atrapada en el quinto piso, se escondió en el baño y así es como sobrevivió», narró Don José.
Jesús Herrera, un ingeniero retirado, criticó que las autoridades hayan llegado después del fenómeno metereológico.
«Si el Gobierno sabía de la magnitud del huracán, lo mejor hubiera sido tener el apoyo desde antes para organizar una evacuación a tiempo y organizada, llamar a la gente a refugiarse, y sobre todo evitar la rapiña», reclamó Herrera.
El grueso de las tropas llegaron al puerto hasta el miércoles en la tarde-noche, cuando «Otis» ya había pegado a este destino turístico, lo que derivó en la desesperación de la gente para salir de Acapulco, mientras que otro sector se abocó al saqueo de tiendas.
Taxistas que están varados por la falta de gasolina y la destrucción de algunos de sus vehículos, comentaron que dejaron sus unidades en las inmediaciones del hotel Emporio, confiados en que las autoridades municipales comentaron por radios que el huracán se había degradado y que iba a pegar en Tecpan.
«No hubiéramos dejado los taxis aquí, pero fue por ese tipo de comunicaciones que hizo que todo mundo se confiara en que no iba a pegar de lleno en la costera, ya nos robaron la gasolina y estamos sin operar, quién sabe hasta cuándo», lamentó don Adrián González, taxista del sitio 54 «Acapulco Plaza», lamentó el ruletero.
Benito Jiménez
Agencia Reforma