RAPIÑA POLÍTICA
Los huracanes los golpean. Los estudiosos del cambio climático seguro conocerán las alertas que se empezaron a dar desde finales de los sesenta. Imagine usted la importancia del cambio climático que en documentos de la Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), en el año 1974, le entregaban al entonces secretario de Estado de EEUU, Henry Kissinger, el documento “Un estudio sobre investigación climatológica en lo que respecta a problemas de inteligencia”.
Las alertas que empezaban a dar sobre los problemas climáticos, científicos, políticos y economistas las toman en cuenta en la CIA por factores futuros de desequilibrio geopolítico por las sequías y el acceso al agua. Los siguientes datos son de la fundación We Are Water, que nos muestran que en el cambio climático también interviene la política.
Kissinger utilizó datos de este informe en dos discursos casi olvidados. En abril de ese año, en la Asamblea General de las Naciones Unidas, habló de “la posibilidad de cambios climáticos en el cinturón monzónico y quizás en todo el mundo”, como una amenaza a tener en cuenta para el equilibrio mundial. Seis meses más tarde, en la Conferencia Mundial de la Alimentación, convocada por la Asamblea General en Roma, se refirió al peligro de las sequías recurrentes en la provocación de crisis alimentarias.
Los que conocimos las hambrunas en África de los años setenta a los ochentas, por el inicio de dominación de recursos naturales como el agua y en consecuencia la agricultura, daba constancia de la importancia geopolítica del clima en factores alimentarios y económicos en el mundo. Como ahora sabemos, el conocimiento de los cambios climáticos fue obscuro y podríamos mencionar, hasta perverso, al suponer que se utilizaría para el control de países por los problemas que generarían.
Al no escuchar a los científicos y con el ocultamiento de documentos como el de la CIA, se perdió tiempo valioso para iniciar medidas para enfrentar el cambio climático que ya tenemos encima.
Las quejas de los agricultores mexicanos no son únicas ante estos serios problemas que son de orden mundial. Por ejemplo, países productores de granos como Estados Unidos, Rusia, China, Argentina, entre otros, cuando tienen severos problemas de producción por sequías, resentimos el aumento de precios en los productos elaborados con los granos. En el mundo lo que sube en precios, difícil es que baje.
Peor cuando se originan conflictos bélicos en países productores agrícolas como Rusia y Ucrania en granos.
Es en 1972 cuando se celebra la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en Estocolmo, Suecia. Fue la primera conferencia mundial en hacer del medio ambiente un tema importante. Los acuerdos se plasman en la Declaración y el Plan de acción de Estocolmo para el medio humano (ONU).
Siendo críticos, los resultados para contener el cambio climático han sido lentos. Los fenómenos no entienden de estas estrategias y las consecuencias son atípicas como los huracanes, que se retrasan en tiempo y cuando llegan pueden cambiar violentamente como sucedió con Otis, que cambió en horas su intensidad de 2 hasta llegar a 5 en la escala Saffir-Simpson.
Significa, vientos de más de 250 kilómetros por hora, daños catastróficos: árboles y arbustos son totalmente arrasados y arrancados de raíz por el viento. Daños de gran consideración en los techos de los edificios. Marejadas de 4.30 a 5.90 metros por encima de lo normal.
Al participar en la XXXV (35) Convención Internacional de Minería, fui testigo de la violencia de la naturaleza, que nos enseña que se deben tomar decisiones preventivas, como:
Prevenir cambios de fechas de eventos cuando las predicciones meteorológicas indican posibles fenómenos de magnitudes medias a altas, legislar en torno a ello para flexibilizar los posibles cambios, porque como observamos, los problemas de seguridad y económicos son mayores cuando esto ocurre.
Hacer cambios en los códigos de construcción para disminuir el impacto de estos fenómenos, así como el de sismos. Acapulco y su zona hotelera quedó totalmente destrozada.
Las aves de rapiña son aquellos políticos que en lugar de solidarizarse con las acciones gubernamentales o de la sociedad, quieren llevar agua a su molino en contra del actual gobierno. Entendemos por qué los golpea el huracán Claudia Sheinbaum.
La población más humilde vuelve a ser la más afectada y es necesario el apoyo desinteresado.