ZACATECAS. A partir de 2020 incrementaron, de forma significativa, los sismos en el estado, los cuales son generados principalmente por la mano del hombre, advirtió Hiram Badillo Almaraz, responsable del programa de Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Tras una investigación, el académico detalló que en 2010 en la entidad se reportaban 0.5 sismos en promedio por año; sin embargo, a partir de 2020 “se tienen un salto fuera de lugar al tener 118, a partir de este año, se ha visto fuera de lugar teniendo en cuenta las condiciones geográficas de Zacatecas”.
A partir de un análisis de los reportes del Servicio Sismológico Nacional (SSN), utilizando diferentes parámetros para determinar si estos sismos son causados por el hombre o naturales, de los 116 analizados 107 fueron provocados por explosiones, seis naturales y tres no pudieron especificarse.
PARÁMETROS DE ESTUDIO
Hiram Badillo detalló que para determinar las causas los parámetros fueron cinco, entre ellos la profundidad, el tiempo de la llegada de las ondas, la duración del evento, pues “un sismo natural, tiene una duración más larga en comparación a la de una explotación”.
Asimismo, se analizó los horarios de los eventos, donde aseguró que muchos de los sismos registrados estaban muy cercanos a las 6 y a las 18 horas, tiempo que coincide con los horarios de detonación de las minas.
Otro de los parámetros fue el registro de respuesta por medio de espectrogramas, para el estudio del contenido de frecuencias, “si el evento tenía mucho contenido de frecuencias muy disperso es un sismo natural, pero si solo está agrupado en un punto, es causado por una explosión”, explicó el especialista.
RIESGO LATENTE
Badillo Almaraz también advirtió que 61 por ciento de las vibraciones causadas por las explosiones supera lo permisible por normas internacionales como la ISO 10137, poniendo en riesgo los edificios históricos, así como las viviendas aledañas a las zonas de detonación.
“Esto nos llevó a la conclusión de que existe un riesgo latente hacia las edificaciones, aledañas a las zonas de centros mineros, sobre todo por el disconfort y la inseguridad que causa en las personas, el riesgo que puede existir con el patrimonio, al ser estructuras que no están acondicionadas para resistir movimientos de este tipo, pueden generar daños a través de la acumulación de estos”, argumentó.
NECESARIO EQUIPAMIENTO
El especialista destacó que el número de sismos posterior a 2020 se han mantenido, en lo que va del presente año son 113, por lo que destacó la importancia del equipamiento. Explicó que desde la unidad académica de Ingeniería Civil buscan obtener un sismógrafo con el objetivo de tener la información en tiempo real a los datos del evento.
“Esperamos que las autoridades estatales y municipales trabajen en ese sentido para intentar adquirir este equipo para poder dar certeza a los pobladores que viven en zonas aledañas a las minas, como a las mismas empresas mineras”, propuso.