ZACATECAS. En las denuncias contra agresores en instituciones de educación media superior “es desolador el panorama”, pues son mínimos los procesos que llegan a realizarse, resaltó Kristal Yurynova Fibela Esparza docente universitaria y co fundadora de Diversas Colectivas en pro de los derechos humanos.
Lamentó que de 10 casos, solo dos se atreven a denunciar, de las cuales 0.3 llegan a las audiencias o juicios resolutorios.
Como acompañante de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y de otras instituciones, lamentó que no exista un control por parte de las autoridades educativas.
“Hasta ahorita nos encontramos con esta justicia punitiva y no restaurativa, es decir, no están buscando restaurar, sino castigar y no nada más al agresor, sino también a la víctima”, reprochó.
Detalló que en muchas ocasiones no les creen o consideran que las evidencias son escasas.
La docente mencionó que otra de las dificultades a las que se enfrentan para que los casos procedan son las familias.
“En muchas ocasiones son menores de edad y por ello deben estar acompañados por un tutor para poder presentar [la denuncia], pues no tienen voz por el tema de la legalidad”, refirió.
Por ello, destacó la importancia de brindar a los estudiantes con herramientas necesarias para que denuncien, porque no existe una área de prevención, lo cual calificó como grave.
Consideró que es el sistema el que no permite el esclarecimiento de los hechos, pues no hay una sensibilización en torno a los menores y no se les da credibilidad a las menores.