El alma atormentada de una mujer conocida como la Ñaña persigue con sus repentinas apariciones por las salas y pasillos a usuarios y trabajadores de la Biblioteca Pública Mauricio Magdaleno.
Los empleados cuentan que la Ñaña se enamoró de un bibliotecario y se casaron, pero éste la abandonó junto con su pequeña hija.
La Ñaña enloqueció por la tristeza y asesinó a su hija. Con el mismo cuchillo, la desdichada mujer se quitó la vida y ahora ambas deambulan por los pasillos y salas de la biblioteca.
En la sala infantil, la pequeña hija de la Ñaña tira los juguetes y se pasea entre las sillas buscando un alma que atormentar.
A las 8 de la noche, cuando la biblioteca está sola y callada, los lamentos de la Ñaña se escuchan por rincones y pasillos mientras el velador se encarga de que todo esté en su lugar.