‘The Nutcracker’
No existe nada más liberador, de la aterrada alma, sobre todo en estos años de muchos balazos y más ideológicos bandazos, que revisar los diarios y leer declaraciones cada día más aterradoras, como saber que, en el rancho, los pleitos por el aumento en los presupuestos de los organismos denominados autónomos están a la orden del día.
Y la mera neta es que tienen toda la razón del mundo en exigir que el gobierno republicano de la 4T se moche con más y más billete. Porque díganme ustedes, amables lectores, ¿con los salarios de hambre que tienen los integrantes de dichos órganos se puede vivir? ¿Se puede hacer la compra de la despensa y pagar los servicios con los miserables 200 mil pesos que se embolsan, mensualmente, los consejeros del INE, los comisionados del INAI?
Y si no bastara eso, ¿se puede tener billete para darle a tu cuerpo alegría Macarena? Ya ni la raspa este gobierno juarista. Y cuando nos enteramos que los ex comisionados del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (el mentado INAI), Óscar Guerra Ford y Rosendoevgueni Monterrey Chepov (neta que así se llama este mono) están acusados de utilizar una tarjeta de crédito del Instituto para pagarse un exclusivo ¡TABLE DANCE! (al que sus defensores dicen que lo visitaron en plan de investigación); que lo pagaron hasta dos veces porque parece que los privados (dicen que así se llaman) son de última generación.
La justificación del gasto fue, según la investigación periodística que señala el Diario El País, en su edición del 14 de noviembre, el pago de “una cena con compañeros de trabajo”.
O sea, que ese pinche tacote de ojo forma parte de la cena que se preparan este par de rufianes que tienen el descaro de cobrar, actualmente, como secretarios en el desprestigiado INAI.
Pero la culpa no la tiene el indio, porque el republicano y austero INAI le pidió al despilfarrador gobierno de la 4T más billete, porque parte de las prestaciones de sus servidores es utilizar la tarjeta de crédito para irse a algún tugurio citadino a cenar tacos de muslo, chicharrón y pierna. Así que, desde esta columna, le pedimos a los santos varones de Hacienda que en algún momento de su vida se compadezcan de estos monos plataneros cachondos, para que les destinen algún recurso extraordinario para visitar, en plan de trabajo -para garantizar la protección de los datos de las bailadoras table danceras-, algún prestigiado congal antes de que termine al año.
¡Pero qué méndiga vergüenza para nuestra tercermundista patria! Saber que estos hijos de su repepín chamaco salieron más cachorros que alumnos del Conalep, debe ser objeto de severo castigo, pero hasta donde he leído, nadie de los augustos salvadores de la patria e hijos de la Vela Perpetua han dicho esta boca es mía, nadie ha pedido pellizquito de pulgón por cachondón para estos burócratas de quinta; ahhhhh pero no se tratara de algún politiquillo de esos que andan en busca de hueso de perro, porque eso hubiera bastado para fusilarlos ipso facto.
Naa eso no les importa a los Claudios Xoconostles, a las señoras Gela(tinas), a los Chuchos, no los oigo porque han de traer tenis, se han perdido en los agrestes caminos de la politiquería más silvestre.
Pero hay ciudadanos a los que esto nos molesta y enoja, el uso de recursos públicos para pagar la cachondería de los godínez. Y para comenzar a expiar sus pecados, si estos pillos de siete suelas se declaran católicos, se les debe de poner un trajecito de monaguillos para andar de arriba abajo, con el cirio pascual, en la Basílica el próximo 12 de diciembre. No les damos la charola de las limosnas porque se las clavan (sin albur, of course) para irse a ver a las damas en paños menores.
¡Y dice la biblia que se verán cosas peores! Qué poca de estos tipejos…