ZACATECAS. Los franciscanos trajeron la imagen, probablemente desde Guatemala, «la dejaron aquí y la llamaron así, como la que manda, La Prelada, y el pueblo le fue añadiendo, por la imagen pequeña, Preladita», compartió el obispo Sigifredo Noriega Barceló en la eucaristía para despedir a esta imagen religiosa.
«Somos hijos de un pueblo creyente», aseguró el obispo y recordó que la memoria nos indica que no venimos de la nada. Habló también de la gratitud hacia quienes han transmitido la fe: «lo que nuestros antepasados han esculpido en cada uno de nosotros», refirió.
Por tanto, resaltó el afecto a los padres, abuelos y familiares, «muchas gracias, por traer a nosotros el don de la fe».
En su mensaje, hizo un llamado a colaborar en el saneamiento del tejido social, «somos mejores cuando damos, somos mejores cuando compartimos». aseguró.
Al morir, agregó, nada nos vamos a llevar, solamente lo que demos en la vida, «eso contará».