CANCELADO
La tauromaquia ha sido el blanco de una censura constante, como ejemplo, basta mencionar a NTR Toros, plataforma de la empresa NTR Medios de Comunicación, cuyas redes sociales fueron inhabilitadas el pasado 8 de octubre, debido a que al parecer no cumplíamos con las normas comunitarias debido al contenido que generamos.
La censura se considera como supresión de material de comunicación que puede ser considerado ofensivo, dañino, inconveniente o innecesario para el gobierno o los medios de comunicación, según lo determinado por un censor.
Partiendo de aquí, el gobierno y las entidades privadas comenzaron a hacer de la censura una herramienta de seguridad que evitaran los discursos de odio, o la protección a grupos vulnerables, o incluso, que la información que “no fuera modo” no saliera a la luz pública.
Con el auge de las redes sociales, “la libertad” comenzó a emerger y todos encontramos una herramienta de expresión sin censura alguna.
Las plataformas como Facebook o Instagram se convirtieron en fuentes neutrales para la información. Sin filtros, todos nos podíamos comunicar de manera pública y abierta.
Con esto, la tauromaquia encontró un lienzo en blanco de expresión y difusión. Diversos medios de comunicación tuvieron en las redes sociales una manera de informar con inmediatez, teniendo un público cautivo pendiente de ellos, creando además una cercanía natural.
El crecimiento de muchos fue exponencial y las estadísticas en cuanto a las visitas, reproducciones de video, me gusta o compartidos, se fueron elevando.
Sin embargo, a partir de 2022, los lineamientos cambiaron y comenzó una cacería indiscriminada que se convirtió en un atentado contra el derecho fundamental de la libertad de expresión.
Lejos estamos de tener la certeza si la decisión de estas plataformas de bloquear algunos contenidos forma parte de sus privilegios como empresas de carácter privado.
CENSURA, PAN DE CADA DÍA
Recordemos, la información es poder. Las redes sociales cuentan entonces con el poder suficiente para delimitar qué temas se pueden mostrar de manera abierta en su plataforma.
Países como Estados Unidos logró la protección de los usuarios, pero el resto del mundo no. México forma parte de una castigada población donde la censura es el pan de cada día. La tauromaquia ha sido el blanco de una censura constante, como ejemplo, basta mencionar a NTR Toros, plataforma de la empresa NTR Medios de Comunicación, cuyas redes sociales fueron inhabilitadas el pasado 8 de octubre, debido a que al parecer no cumplíamos con las normas comunitarias debido al contenido que generamos.
La noticia trascendió y cobró fuerza a nivel mundial en el ámbito taurino por el duro golpe que ello significaba a la libertad de expresión, a la posibilidad de mostrar tu trabajo desde una plaza de toros, y al coartarse la información.
“Mostrar desnudos o contenido sexual” fue la etiqueta que comenzaron a tener nuestras fotografías que con la inmediatez que las subíamos, desaparecían.
Lejos estamos de tener contenido siquiera cercano a la pornografía con la que se nos arrebataron las cuentas, la tauromaquia es una expresión del arte que hoy día se encuentra vapuleada, y tendrá que encontrar otra salida para su exposición.
Como medio de comunicación nuestro trabajo continúa y una vez recuperadas las cuentas, debemos y tenemos que cumplir con las normas comunitarias, por lo que cada vez cuidamos más el contenido que mostramos, aunque tenemos la certeza que no hemos irrespetado a nadie.
Seguros también estamos que la tauromaquia necesita sus propios canales de difusión, donde prevalezca la expresión y la libertad, toca, a nosotros, buscarlos, y seguir llevando a la afición la posibilidad de vivir su pasión desde un dispositivo móvil.
Al final, el objetivo es ése, llevar la información a cada rincón. Todos al final, reconocemos que es arbitrario que las grandes compañías puedan eliminar los contenidos por no compartir las ideológicas, escudándose en la condición de empresas privadas.