Una apuesta de Movimiento Ciudadano
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En la colaboración antepasada, le decía que Movimiento Ciudadano (MC) tenía una apuesta interesante para promoverse electoralmente: “el botón de muestra en relación con el electorado estará en ofertarse como algo que no es ni Morena ni su coalición ni el Frente y los partidos que lo integran (básicamente el PRIAN).
Esas expresiones políticas serán los extremos y, a partir de ahí, me parece que se construirá la narrativa donde MC con su candidato presidencial, se mostrará como el tercero en discordia, el caballo negro o la opción moderna y fresca, joven y exitosa.
La apuesta suena interesante, de no ser por varios factores: uno, la naturaleza de la clase política que tiene MC; dos, el timing político que vive el país y la fuerza del presidente López Obrador; tres, la controvertida, pero fresca figura que hay en Samuel García y cuatro, la presencia que tiene a nivel local.
Al contrario de esto, tiene a favor dos elementos interesantísimos desde mi punto de vista: uno, el discurso que desacredita con facilidad al PRIAN y dos, la gran masa de jóvenes votantes a los que les puede llegar su mercadotecnia electoral”. Pero como en la canción interpretada por José José, “todo se derrumbó” al caerse la candidatura de Samuel García.
Desde cierto punto de vista, el partido naranja estaba en una intersección entre las coaliciones gobernante y opositora. Demuestra ese punto al hablar de “la vieja política” y “viralizarse” en redes sociales, un segmento muy particular. Hasta ahorita, la apuesta había sido más enfocada a hablar del PRIAN que enfrascarse en un debate con quien encabeza las encuestas… pero habrá de cambiar.
Mire Usted: ese rubro joven de votantes al que le apostaba fuertemente MC a través de la candidatura de García es un nicho interesante: de acuerdo con un documento del gobierno de México en relación con el número de usuarios de internet en el país, “entre 2017 y 2019, los usuarios en la zona urbana pasaron de 71.2 a 76.6 por ciento, mientras que en la zona rural el incremento fue de 39.2 a 47.7 por ciento de usuarios, de seis años o más.
Los tres principales medios para la conexión de usuarios a Internet en 2019 fueron: celular inteligente (Smartphone) con 95.3 por ciento; computadora portátil con 33.2 por ciento, y computadora de escritorio con 28.9 por ciento.
Las principales actividades de los usuarios de Internet en 2019 correspondieron a entretenimiento (91.5 por ciento), obtención de información (90.7 por ciento) y comunicación (90.6 por ciento).” Y esta información data de 2020. Vea https://www.gob.mx/sct/articulos/cuantos-usuarios-de-internet-somos-en-mexico#:~:text=En%20M%C3%A9xico%20hay%2080.6%20millones%20de%20usuarios%20de%20Internet%2C%20que,2015%20(57.4%20por%20ciento).
Por otro lado, en una colaboración de Octavio Islas para El Universal, leí que “Los mexicanos dedicamos 3 horas con 21 minutos al día a las plataformas y redes sociodigitales.
Si consideramos el promedio mensual, 27 horas con 36 minutos destinamos a TikTok, 24 horas y 30 minutos a Facebook, 21 horas a YouTube, 19 horas con 30 minutos a WhatsApp, 6 horas con 54 minutos a Instagram” (ver https://www.eluniversal.com.mx/opinion/octavio-islas/resultados-del-estudio-digital-2023-mexico-0/) y, en otra colaboración, el mismo autor señaló que “México es “territorio Zuckerberg”, y prueba de ello es el ranking mensual de aplicaciones para móviles, en el cual, los primeros lugares corresponden a 1. WhatsApp, 2. Facebook, 3. Facebook Messenger, 4. Instagram, 5. TikTok. En cuanto a descargas, las cinco primeras posiciones corresponden a 1. TikTok, 2. WhatsApp, 3. Facebook, 4. PrendeTV, 5. Instagram”.
Este es, entonces, un contexto del comportamiento que tiene el mexicano en la actualidad en relación con los medios digitales y las redes sociales. Y ahí está la apuesta a la que iba MC y que, según, iba bien… hasta que la ley se impuso.
¿Por qué es importante considerar esto? Porque políticamente es un territorio con muchas cosas por explorar en términos de marketing; seguramente un experto habrá de darle mucha más claridad que un servidor, pero es obvio que tenemos enfrente un escenario muy distinto a las otras elecciones federales (incluso la pasada de 2018) y en ese segmento poblacional pareciera que la identidad política tiene que ver con cuestiones de imagen, discurso efímero, inmediatez, identidad pasajera y no con ideologías, análisis político, propuestas gubernamentales. Es apostarle al hígado aspiracionista, pues. Eso parecía que estaba jalando con la pareja Mariana Rodríguez-Samuel García. Las cosas cambiarán.
Tenemos entonces un escenario tremendo de competencia electoral de percepción en las redes sociales que buscará animar al voto por una opción distinta y que habrá de enfrentarse a la movilización tradicional en las elecciones; insisto, hoy tenemos un ánimo coyuntural de mucha confrontación y encono, somos un país dividido políticamente, pero pareciera que eso se vive solo en determinados círculos rojos, segmentos sociales y espacios del país. Sigue siendo un área de oportunidad para MC.
Aunado a ello, atravesamos un momento de tremendo desgaste de los partidos políticos (a excepción de Morena), una figura presidencial popular, una baja conciencia política estructural de ciudadanía -diferente a decir que los mexicanos estamos interesados en los asuntos públicos- que no ha vencido el abstencionismo electoral, y muchas cosas más, pero lo más fuerte sin duda para el partido naranja fue la caía de su precandidato único este fin de semana… pero las redes siguen siendo un nicho.
La apuesta presidencial de la figura de Samuel García y el empuje de su esposa en el espacio digital en ese propósito para MC, ya no existen. Ahora, creo, se tendrá que girar a responder de botepronto en esta batalla perdida y reforzar la competitividad electoral con la suma de figuras locales de otros partidos a las filas de MC para disputar los espacios públicos, seguir con la estridencia provocadora de varias de sus figuras y el lenguaje discursivo atacando al PRIAN.
Además, me parece que emerge la figura del zacatecano Jorge Álvarez Máynez como parte de la baraja para entrarle al quite. Ya veremos qué pasa en los próximos días, pero por lo pronto, lo sucedido a Samuel García debe dejar una lección política generacional. Lo abordaremos próximamente.