CIUDAD DE MÉXICO. Se está acelerando la apertura de supermercados y unidades económicas en Acapulco para evitar el «mercado negro» de productos, aseguró el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Francisco Cervantes.
En entrevista, al término de la conferencia mañanera, alertó que durante la emergencia por el paso del huracán «Otis» una coca-cola se vendía en 70 pesos, un litro de leche en 60 pesos y una botellita de agua en 50 pesos.
«Eso no podía ser», soltó Cervantes, «estamos reabriendo muy rápidamente sobre todo para asegurar el abasto y no haya ese mercado negro. Y sobre todo mantener el empleo en aquellas empresas medianas y grandes».
El líder empresarial reiteró que la reactivación económica en el puerto va bien, pues casi todos los supermercados han abierto, mientras que las agencias de coches, las gasolineras y las farmacias van al 90 por ciento.
En materia turística, afirmó que grandes hoteles como Las Brisas, Hotel Mayan Palace y Mundo Imperial están abriendo parcialmente y, en paralelo, se están tomando medidas para llevar a Acapulco convenciones y eventos, a fin de generar derrama económica.
«Pero sobre todo hacia abril, hacia Semana Santa, ya ven que el Tianguis Turístico lo anunció el Presidente, se está haciendo un esfuerzo muy grande. Ya también los banqueros, la Asociación de Banqueros va a hacer su convención banquera, el abierto de tenis», apuntó.
«En fin, se está haciendo un esfuerzo muy grande y sobre todo de regresar las convenciones Acapulco porque la derrama económica es muy importante para la reactivación económica. (Se está viendo) como darle una nueva imagen e insistir en la seguridad».
‘Viene reconstrucción’
Cervantes subrayó que, tras la emergencia en Acapulco, ahora viene la etapa de reconstrucción, por lo que la Iniciativa Privada está haciendo esfuerzos para dar precios accesibles a las familias damnificadas y contribuir a la compra de materiales más resistentes.
«Se está haciendo un esfuerzo también bien importante en el costo de los materiales de construcción para que la ayuda que le dé el gobierno y, sobre todo, y aquí quiero ser muy claro, a las familias de bajos recursos, puedan tener acceso a un cemento económico y sobre todo puesto en su casa», señaló.
«O sea, que no… ahí es bien importante que se les pueda llevar hasta sus casas el acero, la varilla, la parte del vidrio que es una parte muy especializada y de manejo delicado. También hay un porcentaje importante en aluminio y sobre todo los techos de lámina».
«Y, sobre todo, hay que reconocerle a los bancos que están haciendo un esfuerzo, por cada peso que pongan se puede duplicar y triplicar para que podamos ayudar lo más que se pueda. Hay que estar preparados también que sea un Acapulco un poquito más resistente a estas cosas».
Antonio Baranda
Agencia Reforma