La sequía en el sector agropecuario repercutió en la economía del estado y esto ya se percibe desde los productores de carne, quienes malbarataran sus reses, hasta vendedores de alimentos o locatarios de los mercados, pues las ventas cayeron hasta 50 por ciento.
La falta de cosechas obligó a jóvenes y adultos, incluso a familias, a emigrar a los Estados Unidos para buscar el sustento.
De acuerdo con el docente investigador de la Unidad Académica de Economía de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), José Luis Guardado Pérez, estos efectos negativos mantienen a la entidad en un ralentí económico, es decir, se vive al día.
Comercio estancado
En el caso de Sombrerete, región donde existe la mayor producción de frijol de la entidad, la sequía pegó en los bolsillos no solo de los productores, sino en todos los sectores, tal es el caso de lo que se vive en el mercado municipal, donde locatarios informaron que no hay ventas.
Olga Lidia Castillo Rodríguez, comerciante de bonetería y ropa interior del mercado, destacó que este año las ventas se fueron para abajo desde junio, que es cuando regularmente los productores invierten recursos para trabajar sus tierras.
En otras ocasiones el panorama mejoraba a finales de septiembre, que comenzaba la cosecha, pero ante la crisis por la sequía no se tuvo un buen escenario.
Por otra parte, Ignacio Arellano, carnicero del mercado, indicó que las ventas disminuyeron 60 por ciento desde junio, por lo que sobrevive al día. Aunque aclaró que los ganaderos aún no suben sus precios, la ausencia de ventas no permite obtener ganancias para recuperar la economía familiar.
El panorama en la región no cambia, pues en el caso de los principales comercios de abarrotes de Sain Alto, ubicados en el centro, como el que atiende Leticia Velázquez Vacio, quien indicó que este año tuvo que dejar de pedir mercancía para mantener el negocio.
Desde mayo de 2022 la situación se tornó difícil; sin embargo, el panorama empeoró para estas fechas y los anaqueles de su tienda están casi vacíos.
Ganaderos en crisis
Rumbo al sureste de Zacatecas, en Tabasco y Villanueva, donde la ganadería es uno de los principales sectores productivos, los daños por la sequía obligaron a los dueños a rematar sus reses, pero el precio de la carne no baja.
Esto también provocó que el costo por kilo disminuya ante la alta oferta y la poca demanda, indicó Agapito Bañuelos, productor de Villanueva.
Explicó que para poder mantener a sus animales tuvo que cambiarles la dieta por alimento más económico, solo para evitar que mueran. Los alimenta con pollinaza mezclada con alfalfa y en cantidades menores, ya que los costos de la comida también se duplicaron por la falta de cosecha.
Por otra parte, la Unión Ganadera de Villanueva informó que con la sequía durante este año se perdieron 8 mil cabezas y actualmente sobreviven 25 mil bovinos.
Hasta el momento, indicaron, no hay acercamiento de las autoridades ni apoyos de algún tipo durante este ciclo agrícola, por lo que urgieron al gobierno a realizar algo para enfrentar la crisis.
Para los que se dedican a vender comida para el ganado la situación no mermó sus ventas, ya que los criadores tienen que alimentarlos; sin embargo, la poca producción en el campo dificultó el abasto y en consecuencia aumentaron los costos.
Alejandro Aguayo, comerciante de forrajes y alimentos para ganado, expuso que los costos se incrementaron casi al doble, ya que anteriormente la paca rondaba entre los 100 pesos y ahora está arriba de 180, por lo que los productores optaron por cambiar de alimento y se llevan alfalfa y cascarilla de avena, que son más económicos.
Migración obligada
Con los agricultores de la región de Guadalupe, la falta de lluvias generó ausencia de oportunidades de trabajo y por consecuencia la migración a Estados Unidos. Tal es el caso de José, quien emigró junto con su esposa y sus dos bebés.
Según vecinos de Casa Blanca, Los Rancheros y Ojo de Agua, donde se produce maíz, frijol y chile, principalmente, la sequía también orilló a muchos de sus jóvenes, quienes generalmente eran empleados en el campo, a irse en busca del sueño americano.
Efecto multiplicador
De acuerdo con el académico José Luis Guardado Pérez, si no hay dinero para los productores se origina un efecto negativo multiplicador, que afecta de varias formas y en todos los segmentos: si el sector productivo no genera dinero, no hay para el comerciante, para el proveedor de alimentos, para quien vende el calzado de los niños para la escuela, por mencionar algunos ejemplos.
En ese sentido, es necesario que las autoridades de los tres órdenes de gobierno se den a la tarea de crear un plan concertado para atender la emergencia económica, ya que de por sí Zacatecas, vive desde antes de la crisis por la sequía, en un retraso que requiere apoyo urgente, destacó Guardado Pérez.
Puntualizó que de no tener una pronta ayuda de las autoridades, la situación podría poner un freno al desarrollo económico de la entidad. Actualmente, la sequía ha alcanzado a 89.7 por ciento del territorio zacatecano.