AMALIA NO SE ARRIESGA
No quiere dar paso sin huarache. Dicen las malas lenguas que la ex gobernadora Amalia García le sacó a arriesgar tiempo y dinero en una candidatura de mayoría al Senado por Movimiento Ciudadano. Menos ahora que se cayó Samuel García como su gallo presidencial. La oferta que se le hizo a Amalia tiene días sobre la mesa. Pero más que sacrificarse por el partido, la ex gobernadora quiere los beneficios que le dé el partido y una candidatura a la Cámara Alta. Así sea encabezando la fórmula, no es uno de ellos. Algunos venenosos cizañeros dicen que incluso Amalia está más interesada en que la junten en el partido guinda. El plan B de los naranjas es lanzar al ruedo a Nanis Romo, pues aunque se haya registrado para una diputación federal, aún habrá muchos cambios. Laura Ruelas, por ejemplo, se anotó por el distrito federal 4 y ahora quiere la presidencia de Guadalupe.
LE APUESTAN A LA DIVISIÓN
El diputado federal perredista Miguel Torres y otros del frente se dicen optimistas en la contienda al Senado y distritos federales. Están confiados en las divisiones de Morena, pues anticipan que forzosamente habrá grupos damnificados. En el frente opositor, falta definir la fórmula al Senado. En el PRI, los ponzoñosos advierten que la senadora Claudia Anaya no tiene la bendición de Alito Moreno para buscar la reelección. En ese escenario tendría posibilidades la líder sindical y secretaria del partido, Norma Castorena, y hasta podría colarse a la candidatura la diputada Fuensanta Guerrero. Cristina Rodríguez levanta la mano, pero los tellistas no tienen vara alta en el comité nacional.
NUEVA ALCADESA Y LOS COLADOS
Todos los diputados, incluyendo los de Fresnillo, se negaban a elegir entre las propuestas que les enviaron en la terna para sustituir a Saúl Monreal. Y aunque no se descarta la desidia, las víboras parlamentarias se excusaban en que ninguno de los perfiles daban para gobernar el municipio. Casi un mes y medio después, votaron por Quiñones. Por cierto, durante el conteo de votos en la Legislatura, una boleta fue marcada con un “Ulises y Geovanna”. Para los morenistas oficialistas, esto fue una provocación. Y al menos la mayoría de estos diputados cree que fue la petista Ana Luisa del Muro quien se atrevió a nombrar al precandidato que no quiere el gobernador David Monreal. Y si no fue Ana Luisa, creen otros, debió ser el también petista Xerardo Ramírez, amigo de Geovanna y quien ya tuvo acercamientos con Ulises.
PIQUES Y RIVALIDADES
Serpientes de Ciudad Administrativa relatan que la burocracia, vinculada al grupo político de La Secta, disfrutó maliciosamente del fracaso de la comisionada Julieta del Río para llegar a la presidencia del Inai. Creen que eso la deja fuera de la jugada para futuros proyectos políticos en el estado, como una competencia menos para La Malvada. ¿Cuánto les durará el gusto? Otro pique y rivalidad se da por la candidatura morenista al Distrito 4 federal. María del Carmen Salinas y Zaira Ivonne Villagrana, ex titular de la Semujer, competirían entre sí, cuando anteriormente se hablaba de una alianza y diálogo entre ellas, como equipo.
EN LA MIRA NACIONAL
No estaría muy lejos de Zacatecas la realidad del pueblo de Texcaltitlán, Estado de México, donde un grupo de habitantes se enfrentó a extorsionadores del crimen organizado. Durante sus giras por el país, la aspirante presidencial Xóchitl Gálvez recrimina el abandono del gobierno federal a estos pobladores, y advierte que entre los estados con más problemas de extorsión está Zacatecas. A nivel local, el panista Lupe Correa también lo ha dicho. Amagan a comerciantes, a ganaderos y hasta frijoleros, denuncian los afectados.
¡SE PELEAN!
Ayer en reunión de comisiones, el diputado Cepillo Figueroa se echó un round con el sindicalista Alejandro Rivera Nieto. El primero le reclamó al segundo que habló de una reforma que perjudicaba a la base trabajadora, cuando solo se trata de una propuesta para reformar la Ley del Servicio Civil.
—Es absurdo. ¡Acláralo! — le recriminó El Cepillo.
—Sí, aquí estoy. — le respondió Rivera.
—Sabes que debes tener ética como representante sindical y también como licenciado.
—No te tiene que interesar lo que haga o lo que deje de hacer. La ética tú la deberías de tener desde que aprobaste el presupuesto con Miguel Alonso.