GUADALUPE. Cansados y con frío, migrantes sudamericanos nuevamente quedaron varados por un par de horas en Zacatecas, después de que agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) los bajaran del tren en el que venían desde Aguascalientes.
Familias completas recibieron apoyo del colectivo Voluntarios Nueva Esperanza, pues desde las 7 horas comenzaron a llegar grupos de más de 30 personas, quienes después de descansar tomaron el tren alrededor de las 21 horas para su siguiente destino.
En su corta estadía, la inocencia de los niños se denotaba en el lugar que fue adaptado como albergue improvisado.
El pequeño Liam, proveniente de Venezuela, con su carisma motiva a sus padres para olvidar un poco el cansancio y con brillo en sus ojos visualizar el camino hacia la frontera.
En este grupo viajaba Mariana, una madre que se trasladó con su hija con hidrocefalia, desde Ecuador, quienes peregrinan con el único objetivo de lograr el sueño americano.
Alicia Nava, representante de los voluntarios, detalló que también en este contingente están dos menores con discapacidad, pero que al venir la familia completa, el padre de los niños no quería separarse porque viajan con miedo.
Explicó que en el lugar que los atendieron, uno de los voluntarios proporcionó el terreno para instalar algunas casas de campaña, carpas y un comedor improvisado para atender a los migrantes.
Alicia Nava agradeció a la población que brindó apoyo, “la gente respondió, muchos se fueron arropados, se fueron cenados y llevaron lonche”, tras el llamado que realizaron en medios de comunicación.
A pesar de que la Coordinación Municipal de Protección Civil (CMPC) de Guadalupe brindó 40 espacios para los migrantes en el refugio temporal de invierno, no se necesitaron, pues los migrantes pudieron retomar su viaje, luego de que el tren paró cerca de 10 minutos.
Jorge Luis Gallardo Álvarez, titular de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC), informó que fueron cerca de cien personas las que abordaron a la bestia.