Sigue el éxodo para migrantes centro y sudamericanos, ahora un grupo de 50 personas esperan el tren en Zacatecas para seguir su camino, entre ellos está Eduar Mendoza, quien viaja con sus dos nietos e hija para buscar un mejor futuro, “yo solo quiero que lleguen mis niños, si yo no llego no importa, pero quiero que ellos sean recibidos en los Estados Unidos”, sentenció.
Relató que son seis fronteras que tienen que cruzar desde Venezuela, pero la mexicana ha sido la más difícil porque las autoridades de migración colocan más retenes y los bajan de los transportes en los que viajan, entre ellos el tren.
“No podemos subir a ningún bus, la niña que traigo ha caminado todo con nosotros. Lo máximo que hemos andado en un día son como 34 kilómetros, pero al niño no lo dejo caminar tanto”, expuso.
Eduar comentó que durante el trayecto en la selva se encontraron con cadáveres, ya en diversos tipos de descomposición que no lograron cumplir la meta.
“Esquivamos huesos cuando caminamos por la selva, donde hay infinidad de cuerpos para donde quiera que volteas, muchos se han quedado ahí. A nosotros casi nos lleva el río en el tapón del Darién, si yo no hubiera ido con ellos hubiera perdido a mis niños”, dijo con voz entrecortada y dolor en sus ojos al recordar lo vivido.
EL SUEÑO AMERICANO
Decenas de migrantes siguen llegando a la entidad, en esta ocasión, un grupo de alrededor de 50 personas, entre hombres, mujeres y niños, esperan a la bestia para seguir su trayecto a los Estados Unidos.
La mayoría de los varados, originarios de Venezuela, buscan la oportunidad de obtener papeles y poder instalarse en suelo americano o, como última alternativa, entregarse a las autoridades del país vecino para esperar una resolución y obtener una visa comunitaria.
En tanto muchos siguen en suelo zacatecano, donde diversos colectivos los ayudan con comida, agua y ropa abrigadora para que su camino para que sigan su viaje.