ATOLINGA. Las autoridades del Colegio de Bachilleres plantel Atolinga reconocieron que los tomó por sorpresa el nuevo marco curricular común de la educación media superior y no tienen algún tipo de bibliografía para aplicarlo con los alumnos.
Juan Ignacio Castro Vázquez, director del plantel, informó que “nos hará falta una buena dotación de bibliografía, pero ya con el enfoque de la nueva Escuela Mexicana; en ese sentido, estamos muy desprotegidos para el bachillerato”.
En entrevista, explicó que lo único que tienen para los nuevos lineamientos es sobre el currículum y los programas para las clases, así como las unidades de aprendizaje curricular, “tenemos la información de las estrategias que se deben trabajar precisamente para cumplir con el nuevo enfoque educativo”.
Sin embargo, dijo, sobre el material de apoyo, los profesores hacen grandes esfuerzos con lo que tienen, para ir implementando el nuevo proyecto educativo, para lo que hace falta, insistió, toda la bibliografía.
Aseguró que aunque sí se cumple con la educación de los jóvenes, al carecer de la mayoría del material se hace a medias para organizar clases completamente activas, dinámicas y con proyectos que impacten también a la comunidad.
Para obtener lo que ellos necesitan con la nueva Escuela Mexicana, explicó que se trata de conjuntar esfuerzos tanto de las autoridades municipales como estatales y federales, así como de las autoridades de la secretarías de Educación federal y estatal.
Igualmente es responsabilidad del subsistema del Colegio de Bachilleres que, desgraciadamente, lamentó, tiene problemas económicos muy fuertes, incluso por las deudas con las que no pueden ponerse al corriente todavía.
Ello, al hacer mención la deuda general de los Colegios de Bachilleres, que deben al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al Servicio de Administración Tributaria (SAT) y al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Zacatecas (Issstezac), lo que les obliga a que no puedan destinar recursos, justo para fortalecer la práctica académica.
“Ahí sería también que entraran las sociedades de padres de familia de los planteles y se hiciera alguna mezcla de recursos que pudieran permitirnos adquirir esos materiales”, enfatizó.
Estos problemas de adeudos; sin embargo, expresó Juan Ignacio Castro, no han impactado la calidad de la educación en los colegios de bachilleres, “todo mundo hace su mejor esfuerzo porque los procesos de aprendizaje sean los mejores”, pese a no tener dinero suficiente.