ZACATECAS. Cientos de feligreses de la colonia Díaz Ordaz respondieron a los repiques de las campanas del Templo de Mexicapan, que los llamaban para reunirse a celebrar a la Virgen de la Candelaria este 2 de febrero.
Fue así como el lugar se abarrotó de fieles que llevaron a sus niños dioses ataviados de coloridas prendas para ser bendecidos, tal como lo marca la tradición católica, que recuerda cómo fue presentado Jesús en el templo a 40 días de su nacimiento, así como la purificación de la Virgen.
Tras esta ceremonia, acompañada por un mensaje del párroco, el cielo comenzó a tronar con los típicos y ensordecedores cohetes, mientras debajo se daba paso a la danza de matlachines, imprescindibles en cualquier festejo.
Mientras ello sucedía, el olor de la reliquia comenzó a inundar el lugar, al igual que el resto de la comida casera que se ofreció: mole, arroz, sopa y más.
De esta manera se celebra un año más el Día de la Candelaria, que conjuga lo solemne y riguroso de la devoción católica, con la fiesta y la glotonería del carnaval.