GUADALAJARA, Jalisco. Pasaron 21 años para que Alejandro Fernández regresara a la Plaza de Toros Nuevo Progreso, pero esta vez con su gira Amor y Patria; con una trayectoria consolidada y un montón de alegría de estar en casa.
Aquella última vez compartió el escenario con Ana Gabriel, aunque en realidad, su debut en el imponente recinto fue en 2001, con un concierto en solitario en el que lució un traje de charro de piel negra, parecido como el que usó anoche, provocando el griterío de muchas de sus fans de entre los 18 mil asistentes.
«¡Guadalajara!, me siento muy feliz de estar aquí, con mi familia, con mis amigos y en casa, en esta plaza de toros» saludó tras sus primeras canciones de la velada, que arrancó a las 22:00 horas, 60 minutos después de lo programado.
Entre esas primeras melodías sonaron «Qué Seas Muy Feliz», «Es la Mujer» y «Estuve».
El famoso enfatizó lo especial del show.
«Súper feliz de estar aquí, porque hace como 20 años que no me presentaba, así que será especial, nos vamos a enamorar y vamos a celebrar juntos la música más hermosa de todo el mundo, la música mexicana».
Alejandro estuvo acompañado por alrededor de 20 músicos que fusionaron un mariachi y una orquesta, mientras que el escenario lució con pasarelas que se extendían a los cuatro puntos cardinales del ruedo, permitiendo al hijo de Chente desplazarse, lucirse y dirigirse a todas las zonas de público.
La Nuevo Progresó se volvió un inmenso coro en melodías como «Estos Celos», «Tantita Peña» y «Abrázame».
En primera fila estaban su madre, Doña Cuquita Abarca; quien tomó su lugar minutos antes del concierto y fue muy solicitada por los fans del «Potrillo», pues pedían foto con ella; su hermana Alejandra, así como sus hijos Alex, América y Camila.
Cayetana, una de sus nietas, lo sorprendió en pleno show con unas flores. La pequeña de casi tres años es hija de Camila y su esposo Francisco Barba.
Conforme la fiesta seguía y los brindis entre el público iban al por mayor, «El Potrillo» no dejaba de ofrecer éxitos como «Me Dediqué a Perderte», «Cascos Ligeros», «Se Me Va la Voz» y «Nube Viajera», que dedicó a su papá, «El Charro de Huentitán».
«Esta canción es para todos aquellos que han perdido un ser querido. Esta canción va para mi padre».
Luego de casi una treintena de canciones, Alejandro Fernández se encaminó al final del show con el que ya ha recorrido países como El Salvador y Costa Rica.
El próximo 2 de marzo Alejandro llegará con Amor y Patria a la Plaza de Toros La México en CDMX; el 7 del mismo mes al Estadio de beisbol Centenario y el 9 en el Estadio de futbol Víctor Manuel Reyna, en Tuxtla.
Lorena Jiménez
Agencia Reforma