ZACATECAS. Ante el asesinato de dos servidores públicos de Fresnillo, emparentados con la familia Monreal, y otros sucesos de violencia, el obispo Sigifredo Noriega Barceló advirtió que “la delincuencia quiere el poder sobre el poder legal y sobre la ciudadanía”.
La forma de trabajar de estos grupos, puntualizó, es inducir el miedo. “A mi forma de ver es una forma de decir: ‘yo mando, estamos aquí, somos más fuertes que ustedes’. Es la forma de decirlo”, mencionó.
Al cuestionarse sobre la causa de los últimos acontecimientos violentos, consideró dos posibilidades: que los grupos criminales ya fueron tocados por las acciones de las autoridades o que vienen por más poder.
Estos ataques, refirió, pueden ser un mensaje no solo para los gobernantes, sino a toda la ciudadanía. La situación, lamentó Noriega Barceló, “nos ha vuelto a cuestionar sobre si lo que estamos haciendo es suficiente”, pues consideró que el Estado se vuelve a poner en guardia.
El obispo afirmó que está en comunicación con el gobernador David Monreal Ávila y se pronunció por apoyar las políticas de pacificación, “entrémosle, la paz es algo serio que nos necesita a todos”.
Sin embargo, expuso que no está de acuerdo con la estrategia del gobierno federal de abrazos y no balazos, “porque de una manera u otra el Estado está renunciando a su autoridad”.
Señaló que la paz es un proceso y se tiene que dar por pasos, aunque “no se construye ni por decreto ni por deseo”.
Ante la situación de inseguridad, el obispo dijo que todos son víctimas de alguna forma, pues en algunos poblados “casi volvemos a regirnos con el calendario solar. Claro que nos afecta”.
Reconoció la intromisión de grupos delincuenciales en fiestas patronales, al negocio de la pólvora, no solo al de la cerveza. “Hay lugares donde el crimen organizado es el que pone y quita”, mencionó.
Las bandas delincuenciales buscan apropiarse de territorio y poder. Según Noriega Barceló, pasa hasta en las ciudades grandes.
En otro tema, adelantó que para marzo vienen las campañas electorales y que vendrían divisiones hasta en las mismas familias.