GUADALUPE. Este fin de semana arribaron al menos 300 migrantes a Zacatecas en su paso a Estados Unidos y algunos fueron recibidos en el refugio habilitado en Ojo de Agua de la Palma, en Guadalupe, por el grupo de voluntarios Nueva Esperanza.
El colectivo de apoyo explicó que este espacio se acondicionó con el propósito de que los migrantes no pasen la noche en la calles; sin embargo, para su operación requieren donaciones para alimentación y aseo, por lo que llamaron a la solidaridad de la población.
El refugio se encuentra bajo el puente de Ojo de Agua de la Palma, a un costado de las vías del tren, en un terreno baldío que habilitaron para que los migrantes descansen en espera de La Bestia.
Quienes conforman este grupo proceden de Venezuela, Ecuador, Honduras, Colombia, Guatemala, entre otros países.
“Que abran el paso”
Anjolie viaja desde Venezuela con sus dos hijos de 17 y 23 años, además de su nieta de dos años. Relató que les tocó ser testigos de los maltratos por parte de las autoridades, que les niegan transitar por México para llegar a la frontera norte.
“Nos toca vivir muchas cosas durante el camino con migración, policías, nos bajan del tren, nos ponen a caminar […] no deberían de maltratarnos tanto porque no venimos haciendo nada malo, solo queremos que nos dejen pasar porque no queremos quedarnos en México, queremos llegar a nuestro destino”, expuso.
A pesar de viajar con niños y bebés, denunció que las autoridades “no se tientan el corazón” para bajarlos del tren.
Lamentó que al llegar a México fue víctima de abuso y robo. “Así como yo, vienen muchos compañeros que nos dicen que migración los está golpeando y les está quitando sus pertenencias, hasta documentación”, resaltó.
Ante estos hechos, la migrante llamó a permitir el libre tránsito: “que nos dejen avanzar, que nos abran el paso, no queremos quedarnos, solo queremos llegar a nuestro destino”.