ZACATECAS. Pese a la falta de lluvia, desde hace dos años, Zacatecas aún tiene tiempo para evitar una catástrofe hídrica, como ya ocurrió en otros estados, mediante sistemas más eficientes de extracción del líquido para evitar el desperdicio, aseguró Hugo Enrique Júnez Ferreira, docente e investigador de la máxima casa de estudios.
Puntualizó que es necesario transitar hacia esquemas que permitan un mejor aprovechamiento del agua.
Además, se ocupan aplicar tecnologías para reutilizar el líquido y mejorar las plantas de tratamiento de descargas residuales instaladas en los municipios.
El académico advirtió que en caso de no tomar acciones se tendrán conflictos sociales por la falta de agua potable, como indicó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Reiteró la necesidad de realizar esfuerzos coordinados desde el gobierno del estado con los sectores industrial, campesino, académico y la sociedad en general para evitar dificultades en el futuro.
Consideró necesario analizar los cuatro componentes para el manejo racional del agua: técnica de extracción, la parte económica, el aspecto social y el ecosistema, por lo que urge un trabajo coordinado “para llegar a un equilibrio de distribución y consumo”.
“Estoy convencido de que es momento de actuar y que siempre es una buena oportunidad, pero creo que sí se requiere de esta parte colaborativa entre sectores de manera inmediata”, expuso.
EL CAMPO, EL MÁS AFECTADO
Júnez Ferreira puntualizó que el impacto social que ocasiona la falta de agua es diverso, “sobre todo con el cambio climático, porque las variaciones son drásticas o severas por la temperatura, tienen mayor impacto en la parte del riego en materia agrícola”.
Lo anterior, porque dependen del agua almacenada en las presas estatales, las cuales están a 30 por ciento de su capacidad, según la Conagua.
Insistió que “el principal impacto social de la sequía es en el campo, ya que allí demanda mucho líquido y en Zacatecas dependemos de la producción agrícola para la generación de alimentos”.
La falta de producción, como en su momento señaló la Secretaría del Campo (Secampo), provocará que quienes dependen del sector agrícola no puedan generar recursos económicos para su supervivencia ni nuevos cultivos, como el caso de la baja producción de frijol en este ciclo.
Agregó que el impacto de la falta de lluvia no se ve reflejado de manera inmediata, “toma su tiempo y resulta fundamental llevar los esfuerzos para captar gran volumen de agua que tenemos en el suelo y en las presas de la entidad”.
Otra alternativa para las zonas urbanas es la perforación de pozos, con la finalidad de abastecerse de agua potable, “pero debemos actuar de manera inmediata para evitar una crisis hídrica en Zacatecas”, insistió.
IMPACTO DE LA SEQUÍA
De acuerdo con un reporte de la Conagua, desde finales de 2022 dejó de llover en gran parte del estado y actualmente se tienen cinco municipios en sequía extrema: El Plateado de Joaquín Amaro, Huanusco, Tabasco, Tepetongo y Villanueva, además de seis en estado severo: Genaro Codina, Jalpa, Jerez de García Salinas, Monte Escobedo, Susticacán y Valparaíso.
En general, 45.7 por ciento del territorio estatal se encuentra afectado por la falta de agua, pues el problema alcanza a 25 municipios, mientras que otros están en condiciones anormalmente secas, pero aún no catalogadas como sequía.
Por otra parte, las presas del estado reportan un almacenamiento de 172.39 millones de metros cúbicos de agua, cuando en 2023 eran 298.76, con una diferencia anual de -126.369. Esto equivale a un almacenamiento de 37.98 por ciento.
Actualmente, las presas más afectadas son El Chique, en Tabasco, y Leobardo Reynoso, de Fresnillo, esta última es una de las que tiene menor porcentaje de almacenamiento con 20.4 por ciento, junto con la Santa Rosa con 15.8.