AGUASCALIENTES. Antonio Ferrera puso la nota en el tercer festejo del Serial Taurino al cortar la única oreja y protagonizar una faena de empaque y torería al segundo de su lote.
El tiempo siempre reditúa, compensa y entrega lo que corresponde; así lo hizo fielmente con el torero español, que ha dejado los mejores momentos con ese astado, cuarto de la tarde del hierro de Santa Inés.
Tampoco en saco roto deberá estar la buena nota y letra de Angelino de Arriaga, que a pulso ganó su inclusión en este Serial Taurino, tras el importante triunfo que consiguió en 2023 en esta plaza.
Hoy la historia fue otra, pues aunque el buen toreo se hizo presente, una espada se convirtió en un talón de Aquiles, dejando escapar el triunfo.
Un capítulo diferente tuvo esta tarde Juan Pedro Llaguno, que si bien dejó a su paso los detalles, no pudo ir a más pese al esfuerzo.
La prometedora presentación de la ganadería de Santa Inés quedó en las altas expectativas; un encierro al que le faltó ese fondo y fuerza, destacando, en honor a la verdad, ese buen ejemplar jugado en cuarto lugar.
Vendrán otras tardes, porque siempre debemos entender que el toro no tiene palabra de honor. Nadie que por cuatro años mantenga la ilusión en la crianza del toro de lidia, debe dejar del lado que seguir trabajando es una obligación, con la misma fuerza para pasar la página y rescatar lo bueno.
FERRERA, PROFUNDIDAD MANIFIESTA
Huracán, de 497 kilos, de Santa Inés, primero que abrió plaza y que tocó a Antonio Ferrera, que buscó la variedad con el capote ante la poca colaboración del astado.
Se dobló de inicio con el animal, mismo que apuntó la debilidad, perdía las manos y al embestir lo hacía muy descompuesto.
Los detalles se fueron puliendo. Y es que si algo tuvo el de Santa Inés, fue la virtud de la fijeza. Cambios notorios cuando logró encontrar una bondadosa serie por derecho, con más claridad, pudiendo ligar muletazos templados.
Con la muleta en la zurda, el animal no dio más, se quedaba muy corto y regateaba; por aquí no hubo más por hacer. En realidad prevaleció más el esfuerzo de Ferrera que lo que ya estaba dando el toro.
El cuarto y segundo de Antonio Ferrera llevó por nombre Gente Buena, de 597 kilos. El diestro español brindó su faena a Arturo Macías, quien por segunda tarde consecutiva asistió a la Monumental Aguascalientes.
El ejemplar tuvo mucha voluntad de embestir, además de esa fijeza, y permitió a Ferrera encontrarse con la franqueza por el izquierdo.
Portentoso fue lo realizado por el derecho, mucho temple de por medio, y esas notas de un toreo que no llevan guión.
Ferrera es eso, es inventiva, porque el que cree, crea; de ahí deriva un entendimiento donde la muleta corre a ritmo y a compás.
Profundidad manifiesta en una faena derechista bajo la propia convicción y el sentimiento. Más de media espada en la Suerte Suprema, suficiente para pasaportar al toro. Cortó una oreja.
ANGELINO, LAS NOTAS ALTAS
Debutante, de 586 kilos, fue el segundo de la tarde, al que saludó Angelino con cadencia y ritmo por verónicas.
Determinado, decidió tomar las banderillas para cubrir con gran solvencia el Segundo Tercio, dejando tres buenos pares para cerrar con un par al violín.
Brindis al respetable y un prometedor comienzo de faena. Tuvo Angelino muy medida la fuerza el toro, pero predominó su nobleza, y así le permitió ir ligando series con mucha calidad.
Corrió la mano y lo hizo con hondura. El astado duró poco, se quedaba corto, lo intentó aún así por el izquierdo, eslabonando buenos naturales.
Ese regalo tuvo notas muy altas; sin duda, la mejor de las series. Errático con la espada, se retiró entre palmas y un aviso.
Larga vida, de 533 kilos, quinto de la tarde al que Angelino de Arriaga recibió en los medios con larga cambiada.
No se dejó nada e imprimió variedad en el saludo capotero. Siempre buscó ir a más y por ello no dudó en cubrir y lucir en el Segundo Tercio, consiguiendo tres buenos pares.
Una faena pulsada, sin obligar al de Santa Inés, que fue falto de fuerza; puso todo, esfuerzo y voluntad, pero fue complicado que el animal colaborara. Pesado con la toledana, palmas tras aviso.
LLAGUNO, UN ESFUERZO INMINENTE
Resiliente, de 588 kilos, fue el tercero de la tarde al que Juan Pedro Llaguno no dudó en adornarse con las banderillas.
Un toro con la fuerza justa, deslucido, al que le buscó las vueltas el queretano, dejando pasajes aislados, sin poder llegar a romper. Palmas.
Hidrocálido, de 594 kilos, sexto de la tarde y segundo en el lote del queretano Juan Pedro Llaguno, que cubrió el Segundo Tercio con ese deseo claro de agradar.
Muletazos por bajo en el comienzo de faena. Llaguno se estrelló con un astado con poco recorrido y transmisión. Tuvo mucha determinación, siempre dando ese extra, pero imposible con un toro así.