SOMBRERETE. Alfonso Renato Lerma Ceceñas, líder de la Sociedad Transportista Empresarial Sombrerete y candidato de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía, afirmó que la decisión de bloquear la mina San Martín fue un acuerdo de los 45 afiliados, quienes determinaron emprender este movimiento para pedir trabajo.
Al conocer el malestar de los habitantes de San Martín por el bloqueo que, aceptó, lidera junto con sus compañeros, aseguró que la gerencia de la mina “los puso como carne de cañón” para estar en contra de este movimiento que se hace, dijo, de manera justa para que se cumpla con el requisito de otorgar empleo a la región.
Asimismo, aclaró que su sociedad sí pertenece a la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), pero atribuyó a que Érik Ricardo Osornio Medina, secretario de la organización los haya negado, por simpatías que tiene con Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Informó que la sociedad de transportistas existe desde hace 20 años, tiene 45 agremiados y al menos 50 camiones, es decir, son casi “hombre-camión”, con lo que negó que solo las unidades de él bloqueen el acceso a la mina, sino que son todos los afectados con falta de contratos.
CARNE DE CAÑÓN
Al cuestionarlo sobre las expresiones de inconformidad de habitantes por el bloqueo que mantienen afuera de la Unidad San Martín, Alfonso Lerma afirmó que la empresa utiliza a los habitantes “como carne de cañón”, con la intención de “alborotar al pueblo para echarnos de este movimiento”. Aclaró que los manifestantes no tienen gente armada, como se informó.
Enfatizó que se encuentra cerca personal de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ) y afirmó que la gente armada es parte de la seguridad de la empresa. Además, pidió paciencia al pueblo, mientras se realizan las negociaciones.
Con respecto a las acusaciones de que, como candidato de MC es que emprendió el movimiento, dijo que nada tiene que ver con política, sino que es luchador social de años y desde hace un año hay diálogo con la empresa para solicitar que se les otorgue trabajo a los locales y no solo a los foráneos.
Sobre las quejas de que sus camiones no cumplen con los requisitos exigibles por las normas ambientales para trabajar como prestadores de servicios hacia la planta de extracción, Alfonso Lerma reconoció que la mina no les da la oportunidad como locales de poder crecer y por ello no mejoran sus camiones.
“Siempre andamos con las migajas de lo que nos convidan de los que vienen de fuera porque ya vienen arreglados y directamente con un contrato”, mientras ellos se quedan esperando a que las licitaciones los favorezcan.
Sin embargo, aseguró que durante este tiempo, de manera indirecta trabajaron para la mina, contratados por las empresas foráneas, con lo que demuestran que los camiones sí sirven, pero se quejó de que los pagos por ese trabajo son siempre muy castigados.
Reiteró que quieren dialogar con la empresa y por lo pronto, ya captaron la atención del gobierno estatal y la Secretaría de Economía, que ofreció acudir este miércoles a dialogar.
Comentó que dentro del pliego petitorio, los transportistas buscan que no haya represalias, por las afectaciones que registran cuando se les manifiestan.
Asimismo, piden trabajo no solo para este gremio, sino para las personas de Sombrerete, ya que traen mucha gente de otros estados.
Ello provoca que “se establezcan en el pueblo y a nosotros nos pone como una expulsión forzada; es un tema social que ojalá el gobierno voltee a vernos, queremos que una empresa y gobierno estatal que se pongan las pilas”, pues el conflicto, dijo, va más allá de esta manifestación.
Aunque la mina San Martín tiene años, la localidad no carece de calles en buenas condiciones, la carretera está llena de hoyos y cubierta por maleza, además, no hay jardín.