FRESNILLO. Gerardo Castro Arellano desapareció el 2 de abril, desde entonces sus familiares no han tenido siquiera pistas que lleven a localizar su paradero, pues no hay una investigación por parte de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE).
Así lo dio a conocer su hermana, quien acompañada por su madre, acudió este martes a la caseta de Morfín Chávez como respuesta a la convocatoria hecha por buscadoras de personas para tomar el lugar.
No obstante, y debido a que fueron las únicas que acudieron, afirmaron que invitarán a los colectivos de Madres Buscadoras para actuar, y tomar la alcaldía o la Casa de Justicia de Fresnillo en caso de no ver avances, para exigir la pronta aparición de Gerardo y de quienes como él, están desaparecidos.
A propósito de ello, la madre de Gerardo enfatizó que solamente este mes han desaparecido 20 personas en El Mineral, según las fichas de búsqueda compartidas en grupos de buscadoras.
LA DESAPARICIÓN
La madre de Gerardo precisó que vio a su hijo por última vez el 1 de abril, cuando él fue a visitarla a su casa. De ahí él partió a la colonia Mesoamérica, donde fue visto por vecinos de la zona caminando solo.
Al día siguiente lo intentaron contactar, primero por llamadas y mensajes de WhatsApp, luego directamente en su casa, donde nadie les abrió.
La preocupación creció entre la familia, y por ello decidieron abrir la vivienda, con ayuda de un vecino, pero no encontraron rastros de él, ni de que hubiera llegado a la casa recientemente.
Enseguida fueron con los vecinos, para preguntarles sobre el paradero de Gerardo, y les aseguraron que no lo habían visto desde hacía un día.
Por esto, la madre decidió acudir a la FGJE a presentar la denuncia, aunque a más de una semana de ello, no hay rastros de él.
“En la fiscalía nos dicen que hay que esperar, que no hay datos. A una madre no le pueden decir eso. Pero no sea hijo de un político porque de inmediato activan a las corporaciones e incluso el helicóptero. Somos iguales y merecemos el mismo trato”, sentenció la madre de Gerardo.
Finalmente, pidió a los captores de su hijo que lo regresen, pues él no andaba en malos pasos ni con malas compañías.