ZACATECAS. Ante la sequía que azota a la entidad y la pérdida de sus cosechas, productores de frijol de temporal consideran que el campo está al borde de una severa crisis, pues el ciclo agrícola está por comenzar y no hay semillas.
Además, señalaron que no hay apoyo del gobierno y los diputados solo los ayudan cuando necesitan su voto.
Explicaron que ante la difícil situación buscaron trabajo fuera de sus parcelas, en casos extremos recurrieron a préstamos e incluso algunos ya pensaron en vender la tierra para llevar el alimento a sus hogares.
Sin reserva
“A gritos y sombrerazos tenemos para una tortilla para alimentar a nuestros hijos”, afirmó Álvaro Gámez Medina, productor de frijol de Pánuco, ya que la cosecha de 2023 se perdió y no quedó reserva ni para consumo propio.
Explicó que la gente que tiene semilla guardada se cuenta con los dedos, porque todo se secó.
Considera que el estado está al borde de una crisis ante la falta de más programas de apoyo al campo, pues disminuyeron desde el inicio de la administración federal.
“Estamos al borde de una crisis porque el gobierno no le pone empeño al campo, prometen, pero no actúan y no se ha visto dónde han apoyado”, puntualizó.
Dijo que solo recibieron fertilizante, pero no es de mucha ayuda porque ese material solo se utiliza cuando ya hay planta, “cuando no hay qué comer, ni modo que nos lo comamos”.
Escaso apoyo
Uriel Palacios Sánchez, otro productor, explicó que en su desesperación por conseguir alimentos pensó incluso en vender su tierra, pues el apoyo por parte de funcionarios del gobierno es escaso. Además, considera que son discriminados por los legisladores.
“A veces hasta dan ganas de desistir, los políticos solo nos miran cuando les conviene, luego llegan al poder y ni nos hacen caso, incluso hasta dicen que olemos feo, pero cuando andan en campaña hasta nos quieren abrazar”, narró.
Describió que es difícil buscar otro empleo porque lo único que sabe hacer es labrar la tierra, pero por la edad no lo quieren contratar en ningún lado. Reconoce que gracias al respaldo de su familia logra alimentarse y subsistir.
Manifestó que para que al campo lleguen apoyos, debería estar en cargos públicos gente que conozca las necesidades y que no sean los mismos de siempre, “que se pongan realmente el sombrero, no solo para la foto”.
Todo se secó
Fidencio Hernández Valdez relató que sus parcelas perdieron vida con el transcurso de los meses hasta que se secaron totalmente. No tuvo oportunidad de recuperar por lo menos un puñado de frijol para alimentar a su familia.
Relató que tomó empleos temporales para adquirir unos cuantos pesos para el sustento de sus hijos. Sin embargo, recurrió a préstamos bancarios porque el año pasado la familia no tuvo ingresos, “ni para hacer una alcancía nos alcanzó”, lamenta.
Detalló que los afortunados que cuentan con cabezas de ganado pudieron vender algunas, “pero unos venden sus animalitos y escasea hasta la generación de alimento propio”.