Ciudad de México. La Comisión de Gobernación del Senado aprobó declarar improcedente las solicitudes de desaparición de poderes en los estados de Guerrero, Guanajuato y Campeche.
En una sesión que duró apenas 40 minutos, los senadores avalaron por unanimidad el dictamen.
La morenista Mónica Fernández indicó que ninguna de las peticiones presentadas por legisladores de Morena, el PAN y el PRI acreditaron alguna de las hipótesis consideradas en la Constitución para constatar que se configura la desaparición de poderes.
«En las peticiones no existe referencia alguna que permita constatar de manera objetiva que los tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, tanto del estado de Guerrero, como de los estados de Guanajuato y Campeche, incida en las hipótesis legales del artículo segundo de la ley de la materia, por lo que existe imposibilidad jurídica para que el Senado de la República pueda determinar que se ha configurado la desaparición de dichos poderes», reiteró.
En marzo, el PAN solicitó la desaparición de poderes en Guerrero, gobernado por Morena. En respuesta, la senadora Antares Vázquez hizo lo mismo, pero para el caso de Guanajuato, bastión panista. Días después, la priista Cecilia Sánchez solicitó la desaparición de poderes, ahora en el estado de Campeche, tras el paro de policías locales.
Durante la discusión del dictamen, senadores de Morena y del PAN llamaron a la mesura, a dejar de usar el Senado con fines políticos y no caer en excesos.
El panista Damián Zepeda advirtió que la desaparición de poderes es una figura heredada de un régimen autoritario porque fue pensada para tener, hasta cierto punto, amenazados a los Gobiernos estatales, de ahí que para ello se requiere sólo de mayoría simple.
Reconoció que todos los estados tienen sus particularidades y si bien hay que levantar la voz para señalar y exigir buenos resultados de Gobierno, éstas tiene su ruta de atención, que no es la desaparición de poderes.
«Nos tiene que servir para todos ser más responsables con este tipo de asuntos y, por eso, a mí me da gusto la propuesta que la presidencia está poniendo», dijo.
El morenista César Cravioto llamó a que lo sucedido sea un precedente para entender que el Senado no está para generar discusiones estériles porque cada sesión le cuesta una millonada al pueblo de México.
«El debate político por supuesto que es parte fundamental del trabajo del Senado de la República, y por supuesto que aquí estamos reunidos distintas visiones del país y que se vale hacer todas las discusiones y todas las críticas, pero no se vale utilizar al Senado de la República para hacer planteamientos así», advirtió.
Alberto Rojas, de Morena, reconoció que las solicitudes fueron un acto de irresponsabilidad que los llevó a perder mucho tiempo.
«A todas luces fue un tema electorero lo que se propuso en primera instancia, y después una respuesta a esta situación electorera por parte de mi grupo parlamentario y de otro grupo parlamentario, faltaba que los demás hicieran también propuesta para desaparecer en otros estados de la República. Creo que es un acto de irresponsabilidad que sí nos debe de servir de enseñanza», dijo.
El dictamen fue avalado por unanimidad con el llamado de la presidenta de la Comisión, la morenista Mónica Fernández, a platicar con sus grupos parlamentarios para que, en la sesión en la que se discutirá el proyecto, lo acepten y poder dar por concluido el asunto.