ZACATECAS. El novillero zacatecano César Pacheco ha tenido sin duda un año importante. Cabe recordar que la dura cornada en La Florecita lo frenó durante meses, en los que lejos de perder, ganó, siempre con la mente puesta en regresar y vestirse a luces. Es la vocación que eligió.
El toreo no acepta medias tintas, por el contrario, es una profesión que se abraza con respeto y a la que se tiene que entregar con el cuerpo y el alma.
En este sentido, Pacheco, nacido en tierras zacatecanas, se mantiene en pie de lucha, siempre con la constancia por delante, la paciencia y sobre todo, la ilusión de llegar a lo más alto.
REGRESO A CASA
Mérida, Texcoco y Aguascalientes aparecieron en su agenda de este 2024, siendo el cuarto compromiso el del 7 de abril en la Monumental Zacatecas, en su casa y con su gente.
La plaza donde todo comenzó y donde está seguro de ofrecer una gran tarde; una responsabilidad firme.
“Han sido compromisos donde he puesto todo. El domingo corté una oreja en Aguascalientes, aunque la petición era de dos orejas; tal vez me quedó el sinsabor de no salir a hombros, pero mi mayor satisfacción fue que la afición estuvo conmigo, que se despertaron muchas emociones en los tendidos; y eso busco, que la gente quiera verme y que siempre salga satisfecha de lo que vea.
“Soy un torero de entrega, de sentir, de esas ganas de trascender y nunca defraudar, porque en el camino he conocido a mucha gente que cree en mí, y a nadie quiero fallarle”, puntualizó el novillero zacatecano.
LA CONSIGNA
Pacheco, quien alternará con el español Borja y con Eduardo Neyra, en tarde en la que se lidiará un encierro de Chinampas, espera contar con el apoyo de su afición y de los taurinos de esta tierra que le han visto crecer.
“Hoy más que nunca tengo claro que jugarme la vida y entregarme es una obligación, tengo que regresar a la vida y a quienes han creído en mí, todo.
“Triunfaré en todos los sitios, ése es mi objetivo. Atrás quedó el proceso doloroso, la paciencia puesta, hoy solo me acompaña el sueño de ser figura del toreo”, concluyó Pacheco.