AGUASCALIENTES. Luis David Adame cerró el Serial Taurino de la Feria Nacional de San Marcos con un triunfo de tres orejas, que le valió la salida en hombros.
Su actuación estuvo plagada de emociones con el toro que cerró plaza, perteneciente al hierro de Villa Carmela.
Una oreja y una sólida actuación dejó Diego Silveti, que también cortó una oreja; mientras que Andrés Roca Rey se quedó a un paso de salir a hombros, pues cortó la oreja del quinto pese a la mayoritaria petición de un segundo trofeo.
LA AUTORIDAD DE SILVETI
Incondicional, de 494 kilos, el abre plaza para Diego Silveti, que toreó por verónicas, jugando las manos con mucha cadencia.
Firme y a pies juntos, Silveti se adornó con un quite ajustado por gaoneras. No sin antes brindar su faena al respetable.
En tablas comenzó su labor contra un toro que no estuvo sobrado de fuerza. Series muy cortas, sin obligar al de Villa Carmela, probando también por el izquierdo, pero éste tuvo mucho menos, frenándose.
Con autoridad cambió los procedimientos y por el derecho ligó buenos muletazos; acortó las distancias y con la muleta retrasada consiguió la fijeza y colaboración del astado, firmando las dos mejores series, reconocidas por el respetable. Un cierre temerario con muletazos por alto, sacando hasta el final todo lo que tuvo el ejemplar.
VERDAD EN LA FAENA
Vaquero, de 492 kilos, segundo de la tarde, de Villa Carmela, para el peruano Andrés Roca Rey, que con firmeza comenzó su faena a un animal que tuvo calidad, bravo y con el que pudo estructurar una faena con series, en las que reinó el trazo largo y la profundidad.
Sin exigir, dio el tiempo y la distancia con la precisión, pero al astado le faltó esa transmisión. No cesó en su buen empeño Andrés Roca Rey, que siguió con la entera serenidad, ligando otra serie portentosa por pitón derecho.
El ejemplar fue a menos, regateó más las embestidas, pero el peruano se puso en las cercanías y en muletazos más cortos continuó la buena muestra de la calidad.
Roca Rey, que antepuso la verdad en esta faena, dejó un espadazo, efectivo pero caído, que le impidió el corte de una oreja que se solicitó. Fue aplaudido.
LA ELEGANCIA DE DAVID
Apasionado, de 506, tercero de la tarde al que Luis David toreó con elegancia con el capote por verónicas, destacando con la variedad en un vistoso quite.
La faena inició con mucha determinación, teniendo Luis David la claridad de ideas. Y mientras él muy firme corrió la mano derecha, el de Villa Carmela fue fijo y no regaló nada.
Por el izquierdo, en el terreno de los medios, con un animal no fácil, pues embestía bruscamente y rebrincando. Muy descompuesto también en las series posteriores por derecho, agotando los recursos el hidrocálido. Manoletinas ajustadas en un buen cierre, mientras que la espada le permitió pasaportar con prontitud al toro, cortando una oreja.
SILVETI, VALEROSO
El cuarto de la tarde, Dedicado, de 493 kilos, segundo del lote de Diego Silveti y al que poco a poco fue metiendo en su muleta.
Había que atemperar mucho las embestidas, pero los recursos de Silveti lograron extraer muletazos con mucha calidad por el derecho.
El toro se rajó muy pronto y buscaba la querencia, ahí Silvet tiró de él por el izquierdo, y firme puso el valor a cada trazo.
Por el derecho, toque fijo, pero el deslucido de Villa Carnela ya daba todo a cuentagotas. Pinchazo y estocada para retirarse entre palmas.
LA ROTUNDA SERIE DE ROCA REY
El quinto de la tarde, Mayoral, de 490 kilos, segundo del lote de Andrés Roca Rey, que elegantemente saludó por mandiles.
Le brindó al matador de toros Arturo Macías, para comenzar su faena de muleta plantado con firmeza. El astado prometía, a diferencia de los anteriores: tuvo transmisión y calidad, aunque solo al inicio, y por eso, fijo y de largo lo llevó por pitón derecho.
Portentoso con la mano muy baja, cuajó una segunda serie más rotunda. Por el izquierdo, la entrega del de Villa Carmela fue otra, pero Andrés no se dejó nada en el tintero y terminó por mostrar su poderío, robando una serie rotunda.
Por derecho regresó su apuesta, pero ya el ejemplar tuvo todo a cuentagotas, totalmente rajado. En las cercanías, inventiva y mando, un cambiado por la espalda y después una dosantina vibrante. Oreja con fuerte petición de la segunda, pero que no fue concedida.
SE IMPONE DAVID
El sexto y cierra plaza, Caporal, de 510 kilos, al que Luis David saludó de rodillas. El hidrocálido sabía que tenía que apostar el todo por el todo, y por eso un vibrante quite por zapopinas con su propia interpretación terminó por emocionar al público.
Mantuvo ese ánimo y decidió cubrir el Segundo Tercio, colocando tres buenos pares mientras era ovacionado y escuchaba al unísono el grito de ¡torero, torero!
Luis David demostró su raza y pundonor, y por eso terminó por imponerse, pues claramente el toro fue a menos. Certero con la espada, cortó dos orejas.