Ojos Cerrados
No existe nada más liberador, para la aterrada alma, sobre todo en estos años de muchos balazos y más ideológicos bandazos, que revisar los diarios y leer declaraciones cada día más aterradoras, como saber que, en el ranchote, el estimado (por sus nuevos admiradores de campaña) Capulina Varelón se aventó unos choros mareadores en el “debate” de candidatos a la alcaldía de la ciudad capital.
El imberbe muchacho cometió varios delitos en sus intervenciones, mientras sus matraqueros se reían y le aplaudían cuanta pendejada decía.
Pero bueno, aquí en el ranchito hasta se ríen de las tonterías que publican algunos cap de suro a sueldo. En fin, esos chismosos de las redes no dan para más (los Bisognos del ranchito).
Los mentados “debates” deberían desaparecer porque solo sirven para que los candidatos se digan hasta de lo que se van a morir. ¿Debate de ideas? No existe. Vean el ejemplo de Bertha Xóchitl que mejor se entretiene rascándose la, bueno el, o sea, pues el sin esquinas.
Porque tiene cada idea la botarga, que es mejor que primero conecte la neurona con la buchaca, porque es capaz de proponer que la Inquisición sustituya a los tribunales. Ya ven que las ideotas se las pasa Claudio Xicoténcatl González, la bestia mayor de la derecha reaccionaria del país.
Pero lo que se debería prohibir inmediatamente, es que los candidatos utilicen las redes sociales, sobre todo aquellos que carecen de ideas, así como sus paleros. Porque hay algunos que le echan a un candidato y resulta que hace tres años le aplaudían a rabiar.
Sí, ese tipo de especímenes, que nada más la defecan en cuanto escriben, deberían mejor pedir perdón e ir en chinga con su confesor a pedir indulgencias por la sarta de babosadas que dicen. ¿Por qué decir tanta idiotez? Pues nada más por estar fregando, porque no te dan lana, porque te sientes ninguneado y tus nuevos amigos del Yunque te echan porras para que escribas, a lo bestia, estupidez y media.
Y es que los lemas mamilas que sacan están para llorar. “Para que se acabe el miedo”, “Todos sin miedo”, “El miedo es de izquierda y hay que eliminarlo”. ¡Cuánta inteligencia en la derecha! Piensan los muy capsigrany (nota a los panuchos cristeros y sus guadalupanos asesores: consulten internet) que basta poner mantas en la ciudad con mentadas al miedo para que éste, por obra y gracias del espíritu santo, desaparezca. Y los muy corruptos señalan a sus contrincantes de ¡corruptos! Pero se sienten tan sabios los muy malparit.
Por cierto, los dichos de algunos palurdos en entrevistas no aportan nada nuevo al debate político, son las mismas tonterías que han repetido desde hace tiempo y que solo les ha permitido ganar el micrófono de hojalata, pero que en los hechos han quedado en ridículo porque no han podido probar nada de sus mentiras.
O, ¿ya están en el tambo los acusados mediáticamente? Nel, puro choro y nada de realidad. Son abogados patitos, que solo suben a sus muros que ganaron un juicio en el que embargaron una plancha a Doña Chonita la lavandera.
Por eso, los chavos que se titulan y llegan a caer en sus garras, para ser explotados, se van en cuanto tienen chance (me dijo una abogada joven, que se salió de un despacho donde el jefe la acosaba, sin pagarle por su trabajo, solo comidas y pisto para ver si caía).
Estos seudo abogados pululan en el ranchito (bueno hasta golpean familiares por un terreno) y aparecen en campañas con una aureola de santos que medio ranchito se la cree.
Qué triste es andar por ahí engañando a las personas cuando carecen de toda ética y no respetan los mandamientos de la ley del creador al que visitan cada ocho días para pedirle les perdone sus pecados de los siguientes tres años.
Pero es lo que hay amigos, patanes que se atreven a llamarse abogados. Perro asco (como dice una abogada amiga mía que sabe de todo esto que comento).