Fauna política
Cada tres y seis años una curiosa especie de animal sale de sus madrigueras para ponerse a lo que mejor saben hacer o al menos creen saber: política.
Denominado así por el veterano y barbón filósofo griego Aristóteles, el animal político o zoon politikón es una criaturilla genuinamente preocupada por el bienestar social y la representatividad popular.
Por fortuna, no es una especie en extinción sino todo lo contrario, podría incluso considerarse algo así como una plaga, pero su avistamiento solo es posible en ciertas fechas y por temporadas bien delimitadas gracias a los institutos electorales. Ahí andan los animalitos políticos por las calles y plazas rodeados de otros que comparten la esperanza de, en su momento, convertirse en líderes de la manada porque, lamentablemente y aunque muchos lo quisieran, todavía los puestos políticos no se dan a perpetuidad.
Es fácil distinguir a un zoon politikón y, una vez que se encuentran, es más bien difícil dejar de verlos.
Algunas especies decoran sus cuerpos dependiendo del color que les haya tocado en la manada a la que pertenecen, algunos optan por el verde otros por el rojo, pero la metamorfosis permite que transmuten de color según sea lo más conveniente, así que, gracias a la magia de la naturaleza, la amplia gama de colores no es una de sus delimitantes.
Los animales políticos andan siempre sonriendo, pero no necesariamente porque anden contentos. Con el paso del tiempo desarrollan una especie de mecanismo defensivo en el que parece que son pura bondad y conciencia, esto les garantiza prevalecer en condiciones adversas y cazar a sus presas discreta pero efectivamente.
Los animalitos de este tipo utilizan diferentes mecanismos para conseguir sus objetivos. Algunos creen que se alimentan de los votos, pero todavía no se ha comprobado científicamente.
Lo que sí es un hecho, es que son movidos no por ambiciones vulgares sino por el genuino interés de ayudar a su comunidad a costa de lo que sea.
El animal político está dispuesto a sacrificarse por su manada, aunque sea malviviendo con los miserables sueldos y extenuantes trabajos que implica ser elegido popularmente.
Una vez que concluyen las temporadas de su aparición, regresan a sus madrigueras a invernar por larguísimas temporadas y se les deja de ver, hasta que de nuevo la época electoral hace posible su ansiado avizoramiento.
Sus formas de reproducción son variadas, pero, principalmente, el zoon politikón se multiplica por contagio.
También es probable que las pequeñas crías de estas especies hereden algún cargo público y, por consiguiente, continúen con la descendencia hasta que les sea posible.
Afortunadamente, los líderes de las manadas suelen involucrar a sus compadres, amigos, hijos, parejas, amantes y cercanos en general para cumplir con la causa última que es, por supuesto, el bienestar social.
Aunque ser familiar de un zoon no es garantía de nada, es muy probable que algo de la pesadísima tarea y estilo de vida les toque a los parientes. Compartir actividad con una de estas criaturillas, conlleva a terminar por contagiarse por ellos y que eclosione otro nuevo animalito político que pueda garantizar la evolución.
Toparse con un animal político requiere ciertas precauciones. Estas pequeñas fierecillas llevan consigo siempre folletos, playeras y otros enseres para convencer de que son gente común y corriente, que son desde, para y por el pueblo, por lo que hay que tener cierto cuidado a su encuentro.
Lo más conveniente al ubicar alguno de estos bichitos es dejarse saludar, recibir los artilugios gratuitos del color de su manada, por supuesto tomarse una foto sonriendo y seguir por su camino.
Cabe señalar una última y muy importante advertencia que se le pasó mencionar al barbón Aristóteles, su padrino conceptual.
Cualquier criatura humana puede contagiarse de esa legítima preocupación por el bienestar social y caer en desgracia. Si en estas temporadas se le convence de afiliarse a alguna manada y se le prometen cargos públicos en las próximas administraciones, felicidades, ha nacido un nuevo animal político.