TRANCOSO. Sin saber si temblaba por frío o temor, Guillermo pasó la peor noche de su vida al ser uno de los transportistas que despojaron de su unidad durante la segunda noche violenta que se suscitó en las carreteras de Zacatecas.
“Era una noche que pintaba tranquila”, señaló el chofer, quien provenía de la Ciudad de México con rumbo a Torreón, Coahuila. Transportaba varias toneladas de jabón líquido y detergente, cuando de pronto, a la altura del kilómetro 150 de la carretera federal 49, vivió una pesadilla, pero despierto.
El reloj marcaba la 1:40 horas, cuando de pronto, por lo menos ocho camionetas llenas de hombres armados comenzaron a bloquear la carretera.
“A los camiones de pasajeros sí los dejaban pasar”, expuso Guillermo, pero cuando le tocó llegar al que mencionó como “narco retén”, lo bajaron del camión a punta de golpes con las cachas de sus armas.
No se conformaron, también lo despojaron de sus pertenencias y teléfono, por lo que en cuanto abordaron su camión y se descuidaron, huyó al monte, donde permaneció escondido por un par de horas.
“Las autoridades se tardaron en llegar como una hora”, y fue cuando agarró el valor para salir de donde se ocultaba y se acercó en busca de protección y para denunciar los hechos.
Detalló que a pesar de que había bomberos, policías y soldados, la situación era demasiado tensa, por lo que no pudo dormir durante toda la noche.
Mientras los primeros rayos de luz se asomaron, consiguió comunicarse con su jefe, quien después de decirle lo sucedido, le exigió evidencia de los hechos y tuvo que ir a conseguir un equipo celular y regresar.
Guillermo destacó que en sus 44 años como chofer de camiones de carga nunca le había tocado vivir un episodio de tanto miedo como en Zacatecas, pese a que recorrió zonas consideradas más violentas, como el Bajío, partes de Veracruz y Tamaulipas.
Tragedia y oportunismo
Lo que para algunos fue una tragedia y una situación en la que expusieron la vida, como el caso de Guillermo, para otros fue lo contrario, y tanto en las instalaciones de la Unidad Regional de Seguridad (Unirse) de Trancoso como en la carretera federal 49, se registraron actos de rapiña.
Bastó con que los bomberos apagaran las llamas de los camiones de los bloqueos para que la gente, sin importar el riesgo que representaba la zona, comenzara a buscar qué llevarse.
Pese a la presencia de las autoridades, poco a poco comenzaron a llegar vecinos de comunidades aledañas a los bloqueos.
Minutos antes de las 6 horas, sobre todo en el bloqueo de la Unirse, ya esperaban decenas de personas que sofocaran por completo el fuego para abalanzarse sobre las cervezas, informó un comerciante de jugos.
Fue en este punto donde más se congregaron las personas para intentar encontrar cervezas entre las cenizas y el humo que no cesaba. Tanto hombres como mujeres, sin importar la edad, buscaban llevarse la mayor cantidad.
No muy lejos de ahí, pero sobre la carretera federal 49, donde se suscitaron los otros bloqueos, la gente solo logró robar lo quedó del cargamento del trailer de Guillermo, ya que los otros se redujeron a cenizas totalmente, pues un camión estaba vacío y en el otro solo se quemó el tractor.
Intensifican operativos
Tras los hechos violentos en las carreteras, por segunda ocasión, durante este martes se intensificaron operativos por parte de las autoridades de los tres órdenes de gobierno, lo cual era notorio, ya que en las carreteras había patrullajes constantes y con más policías y militares que habitualmente.
En los puntos de los bloqueos también estuvieron autoridades que resguardaron los trabajos de los bomberos y del personal de obras públicas del gobierno del estado, que auxiliaron en la limpieza de la carretera.