GUADALAJARA. La informalidad laboral tuvo una baja marginal en el sexenio que está por terminar, pese a que hay políticas públicas para tratar de llevar a la formalidad a los trabajadores informales.
De acuerdo con el Inegi, son informales los trabajadores remunerados que no tienen registro ante el IMSS, sean subordinados o laboren por cuenta propia, así como trabajadores subordinados que aunque laboren para unidades económicas formales, lo hacen sin seguridad social.
Al no tener registro ante el IMSS, el trabajo de esas personas no aporta a sus subcuentas de Ahorro para el Retiro y vivienda, ni para atención médica ni seguridad social.
En enero-marzo de 2019, en Nuevo León había 971 mil 452 trabajadores en la informalidad, el 38.7 por ciento del total de personas ocupadas, mientras que para el primer trimestre de 2024 había 1 millón 44 mil 723 informales, el 36 por ciento de la población ocupada, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del Inegi.
A nivel nacional había 30 millones 469 mil 899 trabajadores en la informalidad en enero-marzo del 2019, el 56.7 por ciento del total de personas ocupadas, mientras que para el primer trimestre del 2024 había 32 millones 130 mil 251 informales, el 54.3 por ciento de la población ocupada.
Eso significa que en 5 años, la Tasa de Informalidad Laboral -porcentaje de informales respecto al total de ocupados- cedió 2.4 puntos porcentuales a nivel nacional, de 56.7 a 54.3 por ciento, mientras que en Nuevo León bajó de 38.7 a 36 por ciento, 2.7 puntos porcentuales menos.
Esto pese a que el Gobierno federal lanzó este sexenio el Régimen Simplificado de Confianza (Resico), que promete facilitar el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) y reducir sus tasas para que las personas que tengan menores ingresos, paguen menos.
Se publicó que tanto el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) como el banco de inversión UBS señalaron, por separado, que la próxima Administración tendrá como reto realizar una reforma fiscal, pues en el documento Precriterios de Política Económica 2025, el Gobierno federal prevé este 2024 un déficit público (diferencia negativa entre ingreso y gasto públicos) de 5.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), el más alto en más de tres décadas.
El reto de realizar una reforma fiscal se da en un contexto en el que la informalidad ha cedido muy poco, sobre todo a nivel nacional.
Luis Alberto Díaz
Agencia Reforma