Culiacán. Culiacán, en donde la narcoviolencia se recrudeció desde la detención de Ismael «El Mayo» Zambada en julio pasado, despertó ayer con sicarios movilizándose con armas largas, una ciudad paralizada, sin clases y con negocios cerrados, y al menos siete enfrentamientos que dejaron un saldo de un sicario abatido, un hombre ejecutado, un militar asesinado y otro más herido.
El Gobernador de Sinaloa, el morenista Rubén Rocha, aseguró que el «problemita» inició cuando sicarios atacaron a militares en la Colonia La Campiña, en la región noreste de la capital estatal, cerca de las 6:00 horas, a lo que se les sumaron más incidentes en la sindicatura de Costa Rica y también en Culiacancito.
«Estamos en Culiacán tranquilo, tuvimos un problemita en Costa Rica, tranquilo también ya, ya todo circulando, se está tranquilo, y están desplegadas las fuerzas del orden (…) si no tienen necesidad de salir no salgan, no quiere decir que esté impedido, se puede perfectamente circular», dijo en conferencia.
Con el paso de las horas, la ciudad quedó con sus calles llenas de vehículos abandonados, de los cuales 12 fueron asegurados por las autoridades, y una persona fue detenida por los hechos.
Sin embargo, reportes extraoficiales y videos difundidos por grupos criminales describieron que la violencia inició por la disputa en la zona entre Ismael Zambada Sicairos, «El Mayito Flaco», hijo de «El Mayo», en contra de «Los Chapitos», hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Manuel Alejandro Alvarez Torres
Agencia Reforma