CIUDAD DE MÉXICO. Un juzgado federal dictó la formal prisión por el delito de delincuencia organizada a Gildardo López Astudillo, «El Gil», presunto miembro de la organización criminal Guerreros Unidos y testigo «estrella» de la Fiscalía General de la República (FGR) en el Caso Ayotzinapa.
Allegados al caso indicaron que el Juzgado Noveno de Distrito en Guerrero consideró que la FGR ofreció los indicios suficientes para iniciarle un juicio por ese delito al testigo protegido con nombre clave «Juan».
El caso por el que ha sido procesado está relacionado con actividades del narcotráfico que habría llevado a cabo como integrante de Guerreros Unidos, según los datos recabados.
El juzgado le ratificó la prisión preventiva, motivo por el que López Astudillo continuará su proceso internado en el Penal Federal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México.
El pasado 5 de septiembre, la Policía Federal Ministerial (PFM) de la FGR aprehendió al también ex militar en la Calle Morelos, a una cuadra de la Penitenciaría de Santa Martha Acatitla.
«El Gil» tenía el antecedente de haber sido detenido en septiembre de 2015 en Taxco, Guerrero, como el responsable de haber ordenado a agentes municipales la entrega de los 43 normalistas de Ayotzinapa a Guerreros Unidos, para desaparecerlos la noche del 26 de septiembre de 2014.
En el 2019, el presunto narcotraficante fue trasladado del Penal del Altiplano al Reclusorio Norte, donde logró al poco tiempo su libertad y recibió el beneficio de testigo protegido, con el nombre clave «Juan».
Su liberación fue consecuencia de la sentencia del Primer Tribunal Colegiado de Tamaulipas, que invalidó decenas de testimonios de implicados en estos hechos, bajo el supuesto de que había la sospecha –no la certeza– de que habían sido torturados.
Al salir de prisión, la FGR le otorgó el beneficio de testigo protegido y sus testimonios se convirtieron en la piedra angular con que la presente Administración trató de reorientar las líneas de investigación del caso Ayotzinapa.
El testigo ‘Juan’ y el Caso Ayotzinapa
«Juan» es el origen de los señalamientos contra el Ejército y la supuesta «narconómina» de Guerreros Unidos en las corporaciones de los tres niveles de gobierno.
Sus dichos incluso alcanzaron a Omar García Harfuch, el ex secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX y próximo titular de Seguridad federal, a quien asegura que la organización criminal le pagaba 200 mil dólares mensuales cuando era el jefe de la Policía Federal en Guerrero.
No obstante, conforme se acercaba el final del sexenio, empezó a cambiar el trato que las autoridades federales le brindaban a «El Gil».
En septiembre pasado, la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (COVAJ) señaló en su informe que López Astudillo había sido el responsable de ordenar a los policías municipales desaparecer a los normalistas.
Poco después, «El Gil» dejó de presentarse a las diligencias en las que era requerido, para declarar contra algunos procesados, y luego tramitó un amparo contra una orden de aprehensión.