CAÑITAS DE FELIPE PESCADOR. Por más de una década, las bases de concreto se alzan como testigos mudos de lo que debió ser un puente vehicular sobre las vías del tren en el municipio.
Lo que comenzó como una promesa de desarrollo en 2013 se convirtió en el símbolo de una obra inconclusa.
“Cada administración viene con las mismas promesas”, comentó una vecina del lugar, quien señaló que la historia del puente sin terminar refleja el paulatino abandono que experimenta el municipio.
La obra, que prometía mejorar significativamente el flujo vehicular en la zona y facilitar el cruce sobre las vías del tren, “parece que está embrujada”, comentaron entre risas los habitantes, después de una década sin avances.
Mientras tanto, las bases del puente permanecen como un monumento a las promesas incumplidas, recordando a los habitantes de Cañitas de Felipe Pescador que el desarrollo es una asignatura pendiente en el municipio.