TLALTENANGO DE SÁNCHEZ ROMÁN. Para que diversas colonias no tengan problemas de salud generados por el humo, este fin de semana alrededor de 45 ladrilleros recibieron un espacio de entre 1 mil 200 y 1 mil 500 metros para reubicarse en una reserva municipal de cinco hectáreas en El Arenal, ubicada en la salida a Zacatecas.
Así lo informó el alcalde Francisco Delgado Miramontes, quien detalló que las seis colonias beneficiadas fueron Libramiento Infonavit, Municipio Libre, El Obispo, El Barrio Alto, Valle Verde, San Isidro, así como algunas zonas del centro de la ciudad.
Explicó que con ello se atenderán dos quejas: la de los habitantes, que denunciaron que era insostenible vivir cerca de las ladrilleras debido a la contaminación, y de los trabajadores, que no tenían otro lugar para continuar sus labores.
Puntualizó que la medida del espacio otorgado dependerá del requerimiento de cada ladrillera, que son “la única industria existente en Tlaltenango de Sánchez Román”, para que comiencen su reubicación.
ESCRITURAS EN PROCESO
El presidente municipal detalló que se buscaron opciones hasta encontrar una reserva territorial que pertenece al ayuntamiento; sin embargo, reconoció que el comodato todavía no es avalado por el Cabildo.
Al respecto, adelantó que en la primera sesión hará el planteamiento, y posterior a ello enviará a la LXV (65) Legislatura una petición de enajenación del terreno para que los ladrilleros obtengan la propiedad.
Indicó que después se verá el modo de proveer los servicios de drenaje, agua y energía eléctrica, así como el uso de tecnologías, ya que lo urgente era sacarlos de la mancha urbana.
Respecto a si se cuidará que los ladrilleros queden en un área protegida para evitar que los alcancen las viviendas, el edil indicó:
“Acá sin problema podrán estar 30 años o más porque el terreno está pegado al río y no se desborda. La ventaja es que donde ellos escarben pueden tener agua, lo que no generará la falta de este servicio para elaborar el ladrillo”.
Finalmente, pidió a los beneficiarios que hagan uso correspondiente de los terrenos, “porque me daría coraje que, después de todo el sacrificio para obtenerlos, el que lo tiene no lo valorare o aproveche”.